sábado, 27 de octubre de 2012

Y es que hay gente pa tó... (como yo)(y como mi papá)

Reconozco que soy un poco rara, pero ya dije en un post de hace un par de días que las canciones guerreras y revolucionarias me gustaban mucho, fueran del bando que fueran, mientras fueran buenas. Aquí abajo he puesto dos de lo más distinto, pero cada una a su manera, son magníficas y me ponen los pelos de punta. El Horst Wessel, himno de las SS. y la Internacional Comunista.
Yo tuve un padre de extrema derecha, falangista, luego aviador y más tarde filósofo, y yo, que fui criada en un hogar católico, en el catolicismo y en un colegio-Las Teresianas- que más fachas imposible, cuando pude y encontré un resquicio de libertad,(tuve que casarme para eso)(pero no me casé solo por eso, ¿eh?). me apresuré a afiliarme al Partido Comunista, y nunca me he arrepentido de ello.
Mi padre decía que ¡qué desgracia tener una hija marxista!-, pero en el fondo, yo sé que estaba orgulloso de mí.
Mi padre también era un poco raro. Se batió el cobre en Guadalajara en las trincheras, luego en Somosierra, y luego se hizo piloto militar, porque volar le chiflaba. Las franquistas le dieron un montón de condecoraciones, pero un día que yo, imbuída por lo que nos contaban las Teresianas, hablé mal de los rojos, se enfadó,  los defendió y me dijo que a ver si era tan tonta de creer que tenían rabo y cuernos. Que eran personas como cualquieras otras. Esto, viniendo de un militar franquista, es cuando menos insólito.
Una vez le pregunté que por qué se había ido a hacer la guerra con aquellos impresentables de Franco, y me contestó que como estaba en Sevilla, no le quedaba otra alternativa, y que tenía 18 años y muchas ganas de correr aventuras.
Joder con mi padre. Eso no hubiera podido hacerlo yo.

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