La serie sobre la reina Isabel la Católica en TV española ha tenido mucho éxito. Lo malo es que esta Isabel televisiva se parece a la Isabel real como un huevo a una castaña. La Isabel falsa es guapa y se ríe, cuando la verdadera era una mujer fea y amargada,sobre todo por los continuos devaneos de su marido, Fernando de Aragón, que no estaba mal y era un mujeriego total. La Isabel real era una beata mediatizada por el Cardenal Cisneros, su confesor, un judío converso, que son tremendos, como todos los conversos (menos yo). En lo que sí coinciden en que era muy ambiciosa y nada tonta. Pero no me agrada que la gente quede engañada por hacer más atractiva la serie. Que hubieran cogido otro personaje, no sé, como por ejemplo Doña Urraca, o Doña Jimena, que estas dos de beatas, nada.Y hubieran dado más juego.
Isabel la Católica, en un retrato de la época |
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