domingo, 22 de septiembre de 2013

Los amigotes y las fosas de Katyn

La matanza de Katyn tuvo lugar en el bosque del mismo nombre, y fue cuando la NKVD, la Policía secreta rusa mandada por Beria ,se cargó a 22.000 polacos, entre ellos, intelectuales, civiles y la totalidad de la oficialidad de Polonia. Cavaron enormes fosas y los enterraron, aunque luego los polacos los desenterraron y volvieron a sepultar como Dios manda, y dijeron misas, como buenos católicos que siempre han sido los polskii.Esta barbaridad ocurrió el 5 de marzo de 1940, luego de la rendición de Polonia a la Alemania nazi.
Recuerdo que yo era una niña, y oía hablar en mi familia, que eran germanófilos, de este suceso, y se quejaban de que todo el mundo hablaba de las barbaridades nazis, pero que los rusos no les iban a la zaga, por "la matanza de las fosas de Katyn". Pero como la historia la escriben siempre los vencedores, casi ninguno de mis amigos o conocidos ha oído hablar es este hecho. Además yo he tenido pocos amigos de derechas, excepto en mi primera juventud, que tuve un brote, gracias a Dios breve, de nazismo antifranquista. (Cosa corrientísima en la época, pùes muchos decían que Franco había traicionado al Eje).

Enrique Líster

Simon Sanchez Montero

Dolores Ibarruri, "Pasionaria"

Yo cuando me dí cuenta de que el fascismo español estaba pasado por agua bendita, que Franco tenía voz de capón italiano renacentista y que todos los curas eran de la misma cuerda, me apresuré a cambiar de bando, como en la cuestión de la religión. Yo, cuando me doy cuenta de mis errores, procuro repararlos, aunque cabree a mi entorno. Pero cuando algo no me gusta me doy la vuelta como un calcetin y me voy al extremo opuesto, pues no soy en absoluto mujer de centro, sino que he sido siempre de manifestaciones más bien exageradillas.
Cuand me afilié al Partido Comunista de España me dio igual que toda mi familia hubiera sido de derechas, excepto mis dos abuelos, que salieron rojetes. Y una tia abuela, llamada Carmen de Burgos, que fue la primera mujer diputada en Cortes y que lo mismo escribia una novela estupènda que un libro de recetas de cocina.Fué una de las primeras feministas españolas. Yo -como me dicen las feministas de verdad- soy una feminista de pacotilla, y aunque exageran, algo de razón sí tienen.

Esto de los extremismos me temo que lo heredé de mi difunto y muy amado padre, que bajo una capa de señor serio y de buen ver ocultaba un alma bastante anarquista y poco escrupulosa. Como para hacerle alistarse con los falangistas el 18 de julio en Sevilla, cuando casi todos sus amigos eran anarquistas. En Andalucía siempre ha habido mucho anarquismo, porque ha sido la region más pobre de España, y los obreros han pasado mucha hambre, por culpa de los señoritos latifundistas. (como la Duquesa de Alba)
Yo una vez le pregunté a mi padre cómo se había ido a hacer la guerra con unos impresentables así, y me contestó que como estaba en Sevilla, no podía enrolarse en ningún otro ejército, y que como tenía 18 años, el cuerpo le pedía guerra y aventuras. A los 20 años mandaba una centuria, y se pasó parte de su vida de milico activo en Guadalajara, lugar no precisamente apacible. Se llevó una cámara fotográfica. Tengo fotos de entonces que son un pedazo estupendo de la Historia.
La gente se va a la guerra con cosas muy raras. Mi padre con uns máquina de fotos, pero yo conocía a un señor, ex artillero en la guerra de España y ex de la División Azul, Manuel Alvarez de Sotomayor, que trabajó conmigo, que se fué a Rusia con "Lo que el viento se llevó". Ya son ganas, cargar con un ladrillo semejante. Pues me dijo que ,lo había encontrado muy aburrido. A mí esta novela siempre me ha gustado mucho, y me la he leído un montón de veces, pero comprendo que a Don Manolito le pareciera sosa, pues en Rusia vivía en una perpetua emoción. Mas le hubiera valido llevarse "A la búsqueda del tiempo perdido", de Proust, que leido en las trincheras hubiera resultado de lo más relajante.
Pues mi padre nunca manifestaba el menor odio contra sus enemigos españoles, y hasta les defendía. Recuerdo una vez que yo hablaba con mis padres de las barbaridades que habían hecho los "rojos"contra los curas y las monjas, que a los primeros los fusilaban o degollaban, y a las segundas las violaban sin contemplaciones. Todo esto nos lo contaban en el colegio las Teresianas para les cogiéramos odio a los perdedores de la guerra española,pero en mí todo surtía el efecto contrario. Como yo SI odiaba con toda mi alma a las Teresianas, que eran unas beatas malvadas, sádicas y reprimidas, y yo tenía muy buen instinto, a pesar de mi juventud, para captar cierto tipo de conductas, a mí los milicianos violadores me resultaban extrordinariamente simpáticos, las monjas violadas se me daban un ardite, y los curas fusilados encontraba que fueron pocos.
Pues un día que contaba atrocidades de republicanos en la guerra, repitiendo lo que me habían dicho en el colegio, mi padre se cabreó y me dijo:
-Pero oye, niña, ¿es que tú te crees que los rojos eran el diablo con cuernos y rabo?. Pues no, eran personas como nosotros.
Tal rasgo de ecuanimidad por parte de mi padre, que se había ido a matar gente que no conocía de nada a la edad en que ahora los chicos van de botellón, no me sorprendió demasiado, pues yo ya conocía un poco a mi progenitor, y sabía que aunque la "guerrera" de la familia era oficialmente mi madre, en la realidad no era así, sino que mi madre estaba siempre tras la roca pero mi padre embestía de frente y por derecho. Con perdón por la comparación.
Yo nunca he sido de esa clase de personas que se arrima a los árboles que dan mejor sombra, y así me ha lucido a mí el pelo, que en mi vida de funcionaria he sido bastante puteada por ello. Pero me daba igual, yo estaba orgullosa.
Todo esto viene a que en el PCE tuve la suerte de poder conocer a los históricos (que ya están todos muertos), como Enrique Líster, Simón Sánchez Montero, López Raimundo, Pasionaria , Alberti y otros, y también un número respetable de ex-brigadistas extranjeros, tupamaros,senderistas luminosos y guerrilleros varios, como los del Sendero , que una vez que fui al local del Partido en verano estaban unos cuantos allí, de vacaciones en Mallorca, y me convidaron a una juerga para esa misma noche, "con mucho whisky". Yo decliné amablemente la invitación, pues un zafarrancho de guerrilleros trompas en una noche de verano en Mallorca podía irse de las manos y acabar no sé cómo.
Todo este rollo lo he empezado para decir que mi padre, respecto a sus ex-enemigos guerreros, siempre fué muy ecuánime, y solo le vi serio un día que tenía que venir a Palma Simón Sánchez-Montero, y que era verano y no había habitaciones libres en los hoteles. Yo solo comenté en casa que pasaba esto, y que algunos camaradas deberían llevarselo a su casa a dormir, pero ni por un momento pensé en meterlo en casa con mi padre. Éste me dijo severamente:
-¡Ni se te ocurra traerme aquí a ninguno de tus amigotes, ¿¿eh?
Yo le juré por todos nuestros muertos comunes y no, que no me me había pasado por las mientes la idea de hacer tal cosa, y la sangre no llegó al río.
Para que se vea que mi padre, después de matarse, o casi, con la gente, era capaz hasta de encontrarles cualidades. Pero compartir colchón, eso ya era demasiado para un viejo milico sin miedo y sin tacha. QEPD y Dios le haya perdonado.
Las fosas de Katyn

En el bosque de Katyn, actualmente en Rusia

Homenaje en Varsovia a los oficiales muertos en Katyn


Gregorio López Raimundo, entre Alberti y Pasionaria

Cuando venía a Palma GLR, yo siempre le decía: "-Está usted siempre igual..." Y él me contestaba:"-¡Ay, cada vez menos igual, menos igual..."
Era un señor encantador, que físicamente me recordaba un poco a mi padre.

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