Flores y gatos



Gata Chenta, gran amiga de las flores. No puede ser de otra manera, porque me  la regalaron en los Viveros Santa María, y nació entre plantas.

Ambos me gustan mucho, y todo aquél que me conoce lo sabe. Yo, cuando me pongo a poner fotos de mi terraza en este blog no se parar y me pongo pesadísima. Pero es que este año mis plantas se han creído que viven en el trópico, y muchas de ellas que dejan de florecer en invierno han seguido y por eso he tenido una terraza florida todo el año. Este rosal amarillo me ha dejado bastante descolocada, porque por una parte, una rama da flores blancas, y por otra amarillas. Por mí encantada, como si quiere darlas a lunares, pero es que mis plantas, sobre todo los hibiscus, se hibridizan y deshibridizan ellos solos, a su aire. Y yo encantada. La Naturaleza debe ser libre, como cualquier ser que tenga vida.