El noble oficio del Mamporrero
Todo el mundo sabe lo que es un mamporro -un tortazo, una bofetada, un puñetazo...- pero casi nadie se ha parado a pensar de donde viene la palabrita.
Con la evolución de los tiempos, oficios tan románticos como el de; Afilador, Molinero, Aguador, Tonelero…etc. han sido victimas de la maquinaria industrial y lenta pero inexorablemente pasaron a dormir el sueño de los justos.
Sin embargo hay uno que lejos de desaparecer, ha ido evolucionando con los tiempos y se ha adaptado a nuestros días. Se trata del noble oficio de Mamporrero.
Según el Vikcionario el Mamporrero es; una Persona que ayuda en la cópula entre animales, especialmente caballos. Su trabajo consiste en conducir el pene del caballo a la vagina de la yegua. Como se puede apreciar es un trabajo de precisión
Antiguamente el ser Mamporrero era un oficio muy digno y de gran reputación. De su sapiencia y buen hacer dependía la procreación de grandes animales, caballos y toros principalmente. Los falos de los mejores caballos cartujanos y toros de Miura han pasado por las manos de esos abnegados y temerarios Mamporreros. Ni que decir tiene que para cogerle la polla a un caballo o a un toro bravo en semejante estado de excitación e introducírsela en la susodicha vagina del animal, hay que tener un plus extra de valentía, por no decir; dos cojones.
Además el mismo nombre del oficio ya le da un cierto caché. Tu le preguntas a alguien; ¡oye! y tú a que te dedicas?, y te responden; yo?, soy ingeniero agrónomo. Pues no sé, como que no te impresiona mucho, no? Pero si preguntas, tú a que te dedicas? y te responden; perdona me dices a mi? Si, si a ti. Pues yo soy MAN-PO-RRE.RO. ¡Joder! eso suena contundente, rotundo suena a trabajo de hombre a trabajo varonil de alto riesgo.
Ahora con la igualdad laboral, se han incorporado mujeres a este noble oficio. Si, si también hay Mamporreras y a juzgar por sus argucias son mas hábiles en el engaño que los hombres.
Ahora “ellas” les engañan. Le muestran una yegua en celo y el caballo la huele, se pone fuera de si, por supuesto. Entonces cuando el caballo va a montarla, le dan el cambiazo por una especie de montura de esas de las ferias y acto seguido le afianzan el miembro al animal y se lo introducen en una especie de vagina de esas enlatadas que venden en los sex shop, pero mas bestia y el pobre animal que esta fuera de control deposita ahí su semen para acto seguido llevarlo al laboratorio y repartirlo en dosis para la inseminación de otras yeguas. De esa forma se aseguran la Diana.
Mi abuelo nos contó en alguna ocasión que tenía un amigo que era Mamporrero.
Aquél hombre, buenísima persona, sanote y fortachón, era victima de su noble oficio. Le gustaba beber y ser amistoso. Pero cada vez que iba a saludar a alguien, todos le saludaban con una inclinación de cabeza y las manos detrás.
De desagradecidos esta el mundo lleno.
Sin embargo hay uno que lejos de desaparecer, ha ido evolucionando con los tiempos y se ha adaptado a nuestros días. Se trata del noble oficio de Mamporrero.
Según el Vikcionario el Mamporrero es; una Persona que ayuda en la cópula entre animales, especialmente caballos. Su trabajo consiste en conducir el pene del caballo a la vagina de la yegua. Como se puede apreciar es un trabajo de precisión
Antiguamente el ser Mamporrero era un oficio muy digno y de gran reputación. De su sapiencia y buen hacer dependía la procreación de grandes animales, caballos y toros principalmente. Los falos de los mejores caballos cartujanos y toros de Miura han pasado por las manos de esos abnegados y temerarios Mamporreros. Ni que decir tiene que para cogerle la polla a un caballo o a un toro bravo en semejante estado de excitación e introducírsela en la susodicha vagina del animal, hay que tener un plus extra de valentía, por no decir; dos cojones.
Además el mismo nombre del oficio ya le da un cierto caché. Tu le preguntas a alguien; ¡oye! y tú a que te dedicas?, y te responden; yo?, soy ingeniero agrónomo. Pues no sé, como que no te impresiona mucho, no? Pero si preguntas, tú a que te dedicas? y te responden; perdona me dices a mi? Si, si a ti. Pues yo soy MAN-PO-RRE.RO. ¡Joder! eso suena contundente, rotundo suena a trabajo de hombre a trabajo varonil de alto riesgo.
Ahora con la igualdad laboral, se han incorporado mujeres a este noble oficio. Si, si también hay Mamporreras y a juzgar por sus argucias son mas hábiles en el engaño que los hombres.
Ahora “ellas” les engañan. Le muestran una yegua en celo y el caballo la huele, se pone fuera de si, por supuesto. Entonces cuando el caballo va a montarla, le dan el cambiazo por una especie de montura de esas de las ferias y acto seguido le afianzan el miembro al animal y se lo introducen en una especie de vagina de esas enlatadas que venden en los sex shop, pero mas bestia y el pobre animal que esta fuera de control deposita ahí su semen para acto seguido llevarlo al laboratorio y repartirlo en dosis para la inseminación de otras yeguas. De esa forma se aseguran la Diana.
Mi abuelo nos contó en alguna ocasión que tenía un amigo que era Mamporrero.
Aquél hombre, buenísima persona, sanote y fortachón, era victima de su noble oficio. Le gustaba beber y ser amistoso. Pero cada vez que iba a saludar a alguien, todos le saludaban con una inclinación de cabeza y las manos detrás.
De desagradecidos esta el mundo lleno.
Estos se los apañan solos, pero parece que obedecen órdenes...
Caballo andaluz |
Interesante post.
ResponderEliminarGracias por la información .
"El saber no ocupa lugar".
Un abrazo.