Era un niño pecoso, muy pecoso.
Un día al confesarse le pregunta el cura:
- ¿Pecas, hijo?
- Sí padre... Hasta en la planta de los pies.
Un día al confesarse le pregunta el cura:
- ¿Pecas, hijo?
- Sí padre... Hasta en la planta de los pies.
¿qué tal la última cena?
- Jesús, ¿qué tal la última cena? ¿Salió cara?
- Qué va, salió cruz.
- Qué va, salió cruz.
El supuesto robo de un seiscientos
Un individuo está trabajando toda su vida para comprarse un seiscientos de segunda mano.
El día que se lo dan llega a casa diciendo:
- Ya lo tenemos María, lo tengo abajo aparcado- salen los dos al balcón y dice - míralo María es el blanco.
Y mientras lo están mirando un individuo les está abriendo la puerta.
- Que nos lo roban María, que nos lo roban
Entran para adentro agarran el armario de la habitación entre los dos, lo sacan al balcón y se lo tiran al tío encima. Lo matan.
Se celebra el juicio y el hombre es condenado a muerte.
Sube al cielo y lo recibe San Pedro:
- Dios os guarde,
- Dios os guarde, también, usted dirá
- Mire Pedro yo estuve trabajando toda mi vida como un
desgraciado para poder comprarme un seiscientos de segunda mano y el día que lo estaba viendo con mi mujer, un sinvergüenza me lo estaba robando, no pude por menos de coger un armario y tirárselo a la cabeza.
- ¡Caray! No te preocupes hijo pasa para adentro.
Al rato, otro que sube para el cielo, lo recibe San Pedro,
- Dios os guarde,
- Dios os guarde también, usted dirá
- Mire Pedro yo estuve trabajando toda la noche y al día siguiente, cuando salí, salí tan cansado que en vez de abrir mi coche, me equivoqué y estaba abriendo otro coche cuando me tiraron un armario en la cabeza
- ¡Caray! Hijo pasa, pasa.
Al rato otro que sube para arriba,
- Dios os guarde
- Dios os guarde, usted dirá
- Mire Pedro, yo me entendía con una casada, ¿sabe?, estábamos los dos en la cama y llamaron a la puerta, y ella me dijo ¡mi marido, métete en el armario! Y ya no recuerdo nada más...
El día que se lo dan llega a casa diciendo:
- Ya lo tenemos María, lo tengo abajo aparcado- salen los dos al balcón y dice - míralo María es el blanco.
Y mientras lo están mirando un individuo les está abriendo la puerta.
- Que nos lo roban María, que nos lo roban
Entran para adentro agarran el armario de la habitación entre los dos, lo sacan al balcón y se lo tiran al tío encima. Lo matan.
Se celebra el juicio y el hombre es condenado a muerte.
Sube al cielo y lo recibe San Pedro:
- Dios os guarde,
- Dios os guarde, también, usted dirá
- Mire Pedro yo estuve trabajando toda mi vida como un
desgraciado para poder comprarme un seiscientos de segunda mano y el día que lo estaba viendo con mi mujer, un sinvergüenza me lo estaba robando, no pude por menos de coger un armario y tirárselo a la cabeza.
- ¡Caray! No te preocupes hijo pasa para adentro.
Al rato, otro que sube para el cielo, lo recibe San Pedro,
- Dios os guarde,
- Dios os guarde también, usted dirá
- Mire Pedro yo estuve trabajando toda la noche y al día siguiente, cuando salí, salí tan cansado que en vez de abrir mi coche, me equivoqué y estaba abriendo otro coche cuando me tiraron un armario en la cabeza
- ¡Caray! Hijo pasa, pasa.
Al rato otro que sube para arriba,
- Dios os guarde
- Dios os guarde, usted dirá
- Mire Pedro, yo me entendía con una casada, ¿sabe?, estábamos los dos en la cama y llamaron a la puerta, y ella me dijo ¡mi marido, métete en el armario! Y ya no recuerdo nada más...
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