Ayer tuve que llevar a mi gata Chenta a las veterinarias alemanas para que la sacrificasen, pues hacía meses que tenía insuficiencia renal y hepática. Los primeros tiempos estaba bien, comía , dormía y tenía ganas de jugar, pro hace 4 días estuvo sin comer ni beber, adelgazó mucho y se pasaba el día escondida. Entonces comprendí que se estaba muriendo y sufría, y la llevamos a unas veterinarias alemanas y holandesas que tienen la clínica en el Arenal de Llucmajor.
Allí la anestesiaron y luego le pusieron la inyección, y murió en pocos segundos . Yo estaba todo el tiempo abrazándola y hablándole al oído. Era la que más me quería, un animal noble y bueno, como todos los que he tenido.
Tengo el consuelo de que ya no sufre, pero la echo mucho de menos.
Un cielo sin animales no me interesa. El Papa y el Dalai Lama creen que todos los seres vivos tienen alma, y yo también.
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