domingo, 16 de octubre de 2016

La burundanga

 
Esta era como la de El Terreno
Ampliar foto
Jóvenes bailan en la pista de una discoteca after hours de Madrid. 
No es una leyenda urbana la historia de una droga que le echan en la bebida a una mujer para luego abusar de ella, y ya ha llegado a ancianos intoxicados en pleno día a quienes sacan todo el dinero del cajero y de su casa. En los servicios de urgencia de los hospitales españoles se han familiarizado con este tipo de casos y una palabra, burundanga, nombre popular de la escopolamina, una sustancia que anula la voluntad, produce desinhibición y crea amnesia. Es la principal, aunque hay otras, y crece su uso por la facilidad con que se adquieren en Internet, a bajo precio. En algunos casos son plantas cuyas semillas venden portales de jardinería. Se ingiere sin ser percibida, oculta en bebidas, o incluso se inhala, soplada a la cara. Sus víctimas luego no recuerdan nada. Se llama “sumisión química”.
Cuando yo era pequeña, recuerdo que había una enorme (son  enredaderas)en Palma, en el por entonces  barrio residencial llamado El Terreno, en un chalet de allí.. Yo cada vez que pasaba por delante miraba a esa planta -que no sabía nada de sus propiedades alucinégenas, y me parece que nadie del barrio...- con cierto recelo, pues sus enormes flores, mirando hacia abajo, y con un olor raro, tenían algo así como una fascinación malévola.O al menos, a mí me lo parecía... Desde luego, no me hubiese comido una ni loca.
Y mira por donde, después de tantos años, se pone de moda aquella planta que tanto me impresionó de pequeña...

No hay comentarios:

Publicar un comentario