Ya no es tiempo de reformas,
Iglesias protestantes, como Upsala 68 o el movimiento «Iglesia y Sociedad»
sino de una gran ruptura radical
José Maria VIGIL
eatwot/academia.edu/Jose´MaríaVIGIL
Panamá
Hace sólo 50 años
Recuerdo bien cómo, por los años 80, algunos pastores protestantes
amigos me confiaron en intimidad que, con los cambios registrados en la
Iglesia Católica por causa del Concilio Vaticano II, habían quedado desconcertados,
porque habían quedado sin base críticas muy importantes
que la Reforma Protestante hacía a la Iglesia Católica (sobre los santos,
las imágenes, la «mariolatría», la ignorancia de la Biblia, etc.). Lo principal
de lo que ellos estaban predicando a los católicos como «buena noticia»
de la Reforma protestante, había sido asimilado con entusiasmo por las
bases de la Iglesia católica, decidido directamente por el propio Concilio
Vaticano II. Ya no tenía sentido insistir en aquella crítica, me decían. Y
efectivamente, en mucho de aquello en lo que antes estábamos en desacuerdo,
¡ahora estábamos de acuerdo! Pero nos preguntábamos: ¿qué es
lo que podía estar todavía separándonos?
La respuesta a la que llegamos fue que, efectivamente, nuestras instituciones
eclesiales estaban separadas, y nuestras teologías tradicionales,
celebraciones, rituales... continuaban llevando caminos separados, pero
en nuestro compartir diario en el Centro Ecuménico Antonio Valdivieso
de Managua, donde trabajábamos como una cuasi-comunidad ecuménica,
no había tal separación, sino sólo diferencias de teología y de espiritualidad
que respondían a la riqueza de nuestras diferentes tradiciones,
pero que no eran consideradas como división ni separación, sino positiva
diversidad. La polémica entre Reforma y Contra-reforma, había quedado
superada para nosotros.
A partir de entonces los nuevos debates teológicos se planteaban
en términos positivos, como aportaciones con las que cada una de nuestras
diferentes tradiciones podían contribuir. El Concilio Vaticano II, así
como los movimientos reformistas paralelos vividos en el seno de las
Iglesias protestantes, como Upsala 68 o el movimiento «Iglesia y Sociedad»
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