miércoles, 23 de mayo de 2018

Las Cabañuelas

Se trata de un antiquísimo  método de adivinación del tiempo basado en lo que éste hará los 12 últimos días de agosto.Es casi imposible que tenga éxito, pero sus seguidores lo defienden con denuedo.
Antonio Baquero Olmos, en Granada, durante una observación para elaborar las cabañuelas.
Antonio Baquero Olmos, en Granada, durante una observación para elaborar las cabañuelas.
Hollywood tiene la virtud de convertir en mundial lo anecdótico. El Día de la Marmota, una costumbre que vaticina el fin del invierno en función del comportamiento de estos animales, se conoce gracias a una película llamada igual que este acontecimiento folclórico. La meca del cine no se ha fijado aún en España en este campo, pese a que existen otras tradiciones que predicen el tiempo desde hace cientos de años y, en algunos casos, con bastante margen de acierto. Se trata de las Cabañuelas, el vaticinio del clima a partir de la observación de la naturaleza. "Ella te habla y nosotros la entendemos", explica Antonio Baquero Olmos, farmacéutico jubilado de Granada, exdirectivo del colegio profesional y seguidor de esta tradición.
Si la Dirección General de Tráfico y la concesionaria de la AP-6 hubieran recurrido a las predicciones de Baquero, quizás habrían previsto la situación registrada en enero, cuando la autovía se convirtió en una ratonera, que atrapó a muchos conductores  en la nieve. Baquero ya anunció mucho antes nevadas y viento para comienzo de mes en sus cabañuelas.
La naturaleza te habla y nosotros la entendemos, explica el farmacéutico y cabañuelista Antonio Baquero Olmos
Baquero, de formación científica, siempre se sintió interesado por las predicciones que hacían algunos de sus vecinos según algunos fenómenos naturales.. Su insaciable curiosidad le llevó a interesarse por estos métodos y se ha convertido en un reputado cabañuelista, al que acuden jóvenes parejas que van a casarse, excursionistas, agricultores y otros vecinos para conocer el tiempo que hará en días señalados.
Para este año, este farmacéutico jubilado ha observado la primera quincena de agosto y las "retorneras", nombre de los últimos 15 días del mismo mes. A cada día le corresponde un mes y según el comportamiento del mismo, así será el tiempo durante el año. No tiene que llover en agosto para predecir que habrá precipitaciones, sino que se toman en cuenta distintos parámetros de viento, humedad, temperatura y otros fenómenos naturales. Además, ha completado su predicción en función de cómo ha visto las fases lunares durante el mes de octubre. Anunció un comienzo de año ventoso y con nieve y no se equivocó.

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