Éstos son en los que se habla el idioma catalán: Cataluña, Cataluña Norte (en Francia), País Valenciano, Islas Baleares y el Alguer.(en la isla de Cerdeña, Italia)
Eran las tierras donde Jaime I de Aragón reinaba. Decía:
"De Salses a l'Ebre és terra meva"
O sea, de la ciudad de Salses (en Francia) hasta el río Ebro, es tierra mía)
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Aclaración:Cataluña nunca fué un reino. Era un condado, integrado en el reino de Aragón.
LEYENDA DEL COMTE ARNAU
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(En Mallorca, El Comte Mal)
Este personaje legendario y mítico catalán, más conocido universalmente como "el conde Arnau", es probablemente el más conocido de todos los espíritus, almas en pena y fantasmas del Condado. En principio, también es un personaje literario que tiene su origen en una canción tradicional catalana, posiblemente aparecida en Ripoll a finales del siglo XVI en la que se narra el diálogo entre el alma del conde Arnau, que purga el incumplimiento de sus deberes militares y su viuda. Desde Ripoll, el mito se extendió a toda la zona de influencia cultural catalana y se le incorporaron elementos de una leyenda anterior, del 1017, en que se le relaciona amorosamente con una monja del monasterio de Sant Joan de les Abadesses.
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LEYENDA DE LA DAMA BLANCA
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(Esta es una leyenda de la comarca de la Cerdanya)
Una vez iba un hombre por los bosques de la Cerdanya enmedio de una terrible noche de tormenta. Las fieras estaban en sus guaridas, los pájaros también escondidos, y ni los lobos se atrevían a salir de sus cuevas ni aullar.
El pobre caballero estaba empapado, casi no podía andar porque sus piernas estaban llenas de barro y el fuerte viendo lo zarandeaba y lo tiraba al suelo.
Pasó un tiempo que se le antojó larguísimo, hasta que por casualidad (?) vio delante suyo lo que parecía la puerta de un castillo. Que lo era, efectivamente. Pero estaba tan cansado y tenía una pierna herida, que antes que pudiera llamar con la enorme aldaba que veía ante sus ojos, cayó en la nieve desmayado.
Pensó que había llegado su fin.
Pero cuando despertó se encontró tumbado en una espléndida cama, blanda, caliente y con coberturas de seda. Una gran chimenea calentaba toda la estancia.
También vio, a su lado, en una mesita, toda clase de apetitosa comida. Como hacía dos días que no probaba bocado, al ver aquello se le hizo la boca agua y comió como si no hubiera un mañana.
Cuando terminó y miró a su alrededor vió a una dama vestida de blanco, bellísima, sin duda la señora del castillo. Ella seguramente era la que le había curado y vendado la herida de su pierna.
El caballero se quedó en el castillo siete días y siete noches.
El era guapo y simpático, y la señora reía con las aventuras que le contaba.
Tanto intimaron, que acabaron en la cama .
Ella le contó que había sido abandonada por su marido porque él quería un heredero varón y ella solo le había dado dos hijas, dos bellas niñas que tenían tres años, lo que la había sumido en una profunda tristeza-
Cuando el caballero montó en su caballo, ella, poniéndola la mano en el muslo, le dijo:
-Amado mío, cásate conmigo.
Y él como si esperase esta proposición desde el primer día que la vió, respondió:
-Ya me gustaría, pero hay dos motivos que me lo impiden. Volveré cuando todo esté solucionado.
Le besó la mano y se marchó al galope.
Se quedó en aquella posición hasta que se puso el sol.
Día y noche ella miraba por la ventana para ver llegar a su amor, pero aquel no volvía.
Pasaron muchos días, semanas, años...y ella desesperaba..
Descuidó su aspecto,su ropa, sus rubios cabellos, y ya parecía una bruja. Bruja guapa, pero bruja.
En sus delirios, se le ocurrió una tremenda idea. ¿Y si él no volvía porque tenía dos hijas? Tal vez eran los dos motivos que le dijo que le impedían casarse con ella. ¿Y si él también quería un heredero varon?.
Y sin pensarlo dos veces, fué adonde dormían sus hijas, y con unos almohadones las asfixió, sin importarle sus gemidos y desespero.
A la mañana siguiente se desperto temprano y vió un jinete a lo lejos, y cada vez se acercaba más al castillo. Al llegar al portón, ella ya lo esperaba.
-Ya podemos casarnos, amor mío. He matado a mis dos hijas por ti.
La mirada de él, de alegre se volvió aterrada. Ella se dió cuenta de que algo no iba bien.
-¿No era eso lo que querías? ¿no eran mis hijas los dos motivos que impedían que te casaras conmigo?
El hombre se la miró con una lástima que no había sentido antes por nadie..No dijo nada, hay miradas que lo dicen todo.
El caballo se encabritó una vez antes de volver el caballero hacia el horizonte. No miro atrás. Para que...
Dice la gente que después de este tremendo golpe ya no pudo dormir y a la semana murió.
Otros dicen que se aparece su espíritu con un farolito en la mano, en las noches negras de tormenta, como aquella en la que encontró a aquel hombre...
Y los más viejos dicen todavia que sale a buscar almas perdidas para llevarlas a su castillo...
Las leyendas, leyendas son. Pero no deja de ser cierto que muchos caminantes perdidos en la Cerdaña afirman haber seguido una lucecita entre los árboles de sotavento.
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| Mapa de los Países Catalanes |
"De Salses a l'Ebre és terra meva"
O sea, de la ciudad de Salses (en Francia) hasta el río Ebro, es tierra mía)
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Aclaración:Cataluña nunca fué un reino. Era un condado, integrado en el reino de Aragón.
LEYENDA DEL COMTE ARNAU
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(En Mallorca, El Comte Mal)
Este personaje legendario y mítico catalán, más conocido universalmente como "el conde Arnau", es probablemente el más conocido de todos los espíritus, almas en pena y fantasmas del Condado. En principio, también es un personaje literario que tiene su origen en una canción tradicional catalana, posiblemente aparecida en Ripoll a finales del siglo XVI en la que se narra el diálogo entre el alma del conde Arnau, que purga el incumplimiento de sus deberes militares y su viuda. Desde Ripoll, el mito se extendió a toda la zona de influencia cultural catalana y se le incorporaron elementos de una leyenda anterior, del 1017, en que se le relaciona amorosamente con una monja del monasterio de Sant Joan de les Abadesses.
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LEYENDA DE LA DAMA BLANCA
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(Esta es una leyenda de la comarca de la Cerdanya)
Una vez iba un hombre por los bosques de la Cerdanya enmedio de una terrible noche de tormenta. Las fieras estaban en sus guaridas, los pájaros también escondidos, y ni los lobos se atrevían a salir de sus cuevas ni aullar.
El pobre caballero estaba empapado, casi no podía andar porque sus piernas estaban llenas de barro y el fuerte viendo lo zarandeaba y lo tiraba al suelo.
Pasó un tiempo que se le antojó larguísimo, hasta que por casualidad (?) vio delante suyo lo que parecía la puerta de un castillo. Que lo era, efectivamente. Pero estaba tan cansado y tenía una pierna herida, que antes que pudiera llamar con la enorme aldaba que veía ante sus ojos, cayó en la nieve desmayado.
Pensó que había llegado su fin.
Pero cuando despertó se encontró tumbado en una espléndida cama, blanda, caliente y con coberturas de seda. Una gran chimenea calentaba toda la estancia.
También vio, a su lado, en una mesita, toda clase de apetitosa comida. Como hacía dos días que no probaba bocado, al ver aquello se le hizo la boca agua y comió como si no hubiera un mañana.
Cuando terminó y miró a su alrededor vió a una dama vestida de blanco, bellísima, sin duda la señora del castillo. Ella seguramente era la que le había curado y vendado la herida de su pierna.
El caballero se quedó en el castillo siete días y siete noches.
El era guapo y simpático, y la señora reía con las aventuras que le contaba.
Tanto intimaron, que acabaron en la cama .
Ella le contó que había sido abandonada por su marido porque él quería un heredero varón y ella solo le había dado dos hijas, dos bellas niñas que tenían tres años, lo que la había sumido en una profunda tristeza-
Cuando el caballero montó en su caballo, ella, poniéndola la mano en el muslo, le dijo:
-Amado mío, cásate conmigo.
Y él como si esperase esta proposición desde el primer día que la vió, respondió:
-Ya me gustaría, pero hay dos motivos que me lo impiden. Volveré cuando todo esté solucionado.
Le besó la mano y se marchó al galope.
Se quedó en aquella posición hasta que se puso el sol.
Día y noche ella miraba por la ventana para ver llegar a su amor, pero aquel no volvía.
Pasaron muchos días, semanas, años...y ella desesperaba..
Descuidó su aspecto,su ropa, sus rubios cabellos, y ya parecía una bruja. Bruja guapa, pero bruja.
En sus delirios, se le ocurrió una tremenda idea. ¿Y si él no volvía porque tenía dos hijas? Tal vez eran los dos motivos que le dijo que le impedían casarse con ella. ¿Y si él también quería un heredero varon?.
Y sin pensarlo dos veces, fué adonde dormían sus hijas, y con unos almohadones las asfixió, sin importarle sus gemidos y desespero.
A la mañana siguiente se desperto temprano y vió un jinete a lo lejos, y cada vez se acercaba más al castillo. Al llegar al portón, ella ya lo esperaba.
-Ya podemos casarnos, amor mío. He matado a mis dos hijas por ti.
La mirada de él, de alegre se volvió aterrada. Ella se dió cuenta de que algo no iba bien.
-¿No era eso lo que querías? ¿no eran mis hijas los dos motivos que impedían que te casaras conmigo?
El hombre se la miró con una lástima que no había sentido antes por nadie..No dijo nada, hay miradas que lo dicen todo.
El caballo se encabritó una vez antes de volver el caballero hacia el horizonte. No miro atrás. Para que...
Dice la gente que después de este tremendo golpe ya no pudo dormir y a la semana murió.
Otros dicen que se aparece su espíritu con un farolito en la mano, en las noches negras de tormenta, como aquella en la que encontró a aquel hombre...
Y los más viejos dicen todavia que sale a buscar almas perdidas para llevarlas a su castillo...
Las leyendas, leyendas son. Pero no deja de ser cierto que muchos caminantes perdidos en la Cerdaña afirman haber seguido una lucecita entre los árboles de sotavento.
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