La depresión se caracteriza principalmente por un estado de ánimo bajo y una pérdida importante de interés o de la capacidad para disfrutar de cosas que antes parecían placenteras. Otros síntomas son la activación o enlentecimiento motor, reducción de energía, dificultad para concentrarse y alteraciones en el sueño y apetito. Además, la persona puede tener pensamientos recurrentes de muerte y sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
En España aum
Síntomas depresivos: ¿cuáles son?
A diferencia de un simple episodio de depresión temporal, la depresión es una verdadera enfermedad psíquica que altera todos los aspectos de la vida cotidiana. Para ser calificada así, debe persistir durante más de dos semanas.
Sus síntomas psicoafectivos, conductuales y somáticos se manifiestan de forma más o menos exacerbada en función del individuo (1). Incluyen clásicamente:
- Perturbaciones marcadas por el estado de ánimo (tristeza, pensamientos negativos, pesimismo), una sensación de “vacío emocional”.
- Una Pérdida de disfrute de todas las actividades que antes despertaban interés.
- Una Autodesvalorización, un sentimiento de culpabilidad o de impotencia.
- Irritabilidad y/o una ansiedad/angustia inusuales.
- Fatiga intensa, generalmente acompañada de trastornos del sueño (con noches demasiado cortas o demasiado largas), lo que impide levantarse por la mañana y realizar las tareas cotidianas.
- Modificaciones del apetito que conducen a una pérdida o a un aumento de peso.
- Dificultades de concentración en el trabajo, pérdidas de memoria, indecisión.
- Aislamiento social.
- Ideas suicidas.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) estima que la depresión afecta al 3,8% de la población en el mundo, del cual el 5% son adultos y el 5,7% personas mayores de 60 años, lo que la convierte en uno de los trastornos mentales más frecuentes (2). Las mujeres están más afectadas (3). La depresión también es frecuente en niños y adolescentes (4)enta este trastorno.
----------------
Yo pasé por esta enfermedad maldita, y nadie me entendia más que mi psiquiatra. Mi padre, que no conoció en su vida lo que era una depresión, me preguntaba "pero a tí qué te duele?. Si a tí no te duele nada, eso está solo en tu imaginación". Mi madre se enfadaba y decía que no tenía voluntad. Que con voluntad me curaría.
En fin, un desastre.
Me quité de encima este horror diario a base de pastillas, y para conseguir dormir necesitaba somníferos, porque además tenía muchos episodios de ansiedad que me impedían conciliar el sueño. Mi madre me decía que me había convertido en "una pastillera". La única que no se enfadaba conmigo era mi abuela. Yo la quería mucho, porque fué ella quien me crió, me hizo de madre. Ésta me decía muchas veces: "-Como a mí no me gustaban los niños, te regalé a tu abuela". Y era verdad, siempre dormí con ella, y cuando enfermé de gravedad, era ella la que pasaba las malas noches conmigo, y me cantaba nanas para que me durmiera. Cuando yo fui adulta le dí las gracias por su magnífico comportamiento. Si no lo hubiera hecho, nunca me lo hubiera perdonado.Hay que ver lo que son las abuelitas!!!


No hay comentarios:
Publicar un comentario