Ponte A Prueba Barcelona | Actualizado el 07/10/2014 a las 18:19 horas
Jo Thompson. A los 11 años desarrolló un trastorno de alimentación debido a la ansiedad. A los 17 años llegó al extremo en que le dieron 48 horas de vida y decidió empezar a trabajar en un McDonald's para ver si viendo a gente comer ella podía hacer lo mismo. Allí se enamoró de su jefe y fue la razón por la que empezó a recuperarse. Actualmente siguen juntos y tienen dos hijos.
Harriet Smith. Estuvo a punto de morir cuando bajó hasta los 34 kg. Ahora pesa 55 y se ha recuperado gracias a su fuerza de voluntad y al deporte.
Heather Franks. Estuvo tan delgada que los médicos quisieron ingresarla en el hospital. Fue en un viaje a Disneyworld donde, como nadie la conocía, decidió comerse un trozo de pizza y cambiando por completo su visión sobre lo que le estaba ocurriendo.
Rachel Johnson. Desarrolló su enfermedad a los 20 años y llegó a pesar 28 kgs al obsesionarse con modelos y famosas y sus "cuerpos perfectos". Actualmente se ha recuperado y junto con su madre presionan a revistas y medios para que no retoquen digitalmente las imágenes de las celebridades para parecer perfectas y evitar que otras chicas pasen por lo que pasó ella.
Lauren Bailey. Sufrió anorexia durante 10 años y llegó a pesar 22,5 kg. Caminaba hasta 12 horas diarias para no ganar nada de peso. Tuvo que pasar una larga temporada en el hospital para poder vencer su enfermedad y ahora explica su historia para evitar que a otras chicas les pase lo mismo que a ella.
Hayley Wilde. Padeció anorexia durante 8 años y estuvo hospitalizada una larga temporada en el hospital. Su pelo empezó a caerse y dejó de tener menstruaciones y los médicos le daban una semana de vida. Fue mejorando poco a poco y la cura le llegó al quedarse embarazada. Hayley decidió empezar a comer y llevar una vida saludable para poder dar a luz y cuidar de su bebé.
Kate Puncher. Desarolló anorexia después de que su ex novio amenazara con dejarla si engordaba demasiado. Por suerte Kate conoció a Barry, que le ayudó a vencer su enfermedad comprándole un vestido de novia dos tallas más grandes que la suya y diciéndole que tenía que llenarlo para que pudieran casarse.
Antonia Eriksson. Su primera foto de Instagram fue en la habitación de un hospital en el que se encontraba ingresada para vencer su anorexia. Desde ese momento utilizó la red social para documentar su lucha hasta su total recuperación y actualmente se ha convertido en un icono de inspiración y superación.
Matthew Booth. El estrés en el instituto ayudó a desarrollar su anorexia y estuvo tan enfermo que su corazón llegó a detenerse. Esta experiencia tan cercana a la muerte afectó mucho a su madre y al verla así fue cuando se concentró en recuperarse. Actualmente Matthew es un chico sano y ha recuperado la confianza en sí mismo.
Meg. Ella misma detectó su enfermedad y pidió ayuda a sus padres cuando estaba en el penúltimo año de instituto. Acudió a terapia y a un dietista y empezó a ganar peso y a practicar deporte. Actualmente tiene un blog en el que da consejos sobre comida y cómo llevar una vida saludable.