sábado, 4 de abril de 2009

EL CHOCOLATE


Cuando pienso en la triste vida de los siervos de la gleba en el Medioevo, pasando hambre y alimentándose de cardos borriqueros cocidos ,cebollas, raíces y otras porquerías, mientras los grandes señores estaban todos gotosos a fuerza de comer caza, me dan mucha pena. Pues entonces no tenían alimentos tan baratos y nutritivos como el tomate, las patatas, otros que ahora no recuerdo, y ¡EL CHOCOLATE!. Aunque éste al principio y hasta el s. XX, no fué alimento habitual en todas las capas de la sociedad. Al principio, cuando lo trajeron de América, suscitó muchas sospechas y reticencias en el clero, pues sabían que los aztecas se pirraban por él, y era considerado afrodisíaco, pues Moctezuma, cuando visitaba su harén, se bebía varias jarras de tan preciado líquido. Entonces no era dulce, ni estaba mezclado con leche, por supuesto (esta mezcla,a los verdaderos chocolatómanos, no nos gusta demasiado)sino que le añadían pimienta y hacía espumita.Carlos V, que no quería ponerse a mal con la clericalla, encargó a un sacerdote de su confianza que lo probase y opinara si aquel bebedizo que a los españoles de Cortés daba tantos ánimos,podía ser pecaminoso, y el cura, después de catarlo, lo encontró tan horrible, que dijo que no creía que aquello fuese pecado, sino muy al contrario penitencia el beber aquella porquería. Pero el chocolate hizo su caminito, y al llegar a Europa belgas y holandeses le añadieron azúcar. Además, lo puso de moda la reina de Francia, que era española, y hacía furor en la corte gabachil.Mme. Du Barry lo daba a probar a sus amantes para que se pudieran contentos, y Casanova lo bebía por litros. Decía que entonaba mejor que el champán. Mucho más tarde,a finales del s. XIX, Lindt y otros fabricantes que han perdurado hasta ahora, belgas y holandeses, consiguieron solidificarlo y hacer tabletas. El chocolate tiene mucho de droga, bastante más que la Coca-cola. El principio activo es la teobramina, y Linneo fué quien bautizó a este principio activo, de "teos", dios, i " bramina", o sea, que teobramina quiere decir alimento de dioses. En España, una vez libre de las iras de la Inquisición, se popularizó tanto, que la gente lo tomaba a todas horas y en todos lugares, así como el tabaco, que convirtió en fumadores a muchos. Hasta tal punto que la Iglesia tuvo que amenazar con la excomunión a aquellos que fumaban y bebían chocolate ¡en misa!.Y lo más increíble es que los curas que la decían, la misa, también iban tomando sorbos de chocolate mientras oficiaban. Esto no me lo he inventado yo, es cierto. La Iglesia tuvo que poner los cataplines encima de la mesa, porque aquello era un cachondeo, una misa en que los fieles iban tomando chocolate con picatostes y de charleta mientras el cura consagraba entre sorbo y sorbo del "xocolatl", palabra azteca. Si no me creen, pueden consultar libros de historia.Luego la cosa se fué calmando y el chocolate se convirtio en un alimento mundial. O casi, porque en la India no lo ven. El chocolate a la española, como sabemos, es muy espeso, y es el que me gusta, `pero los franceses lo hacen tan líquido que aquello no sabe a chocolate ni nada, parece agua de cocer castañas. Recuerdo que cuando trabajaba en la Oficina de Turismo de Jaime III, en Palma, delante teníamos una cafetería, llamada Almudaina, del nombre del hotel a la cual pertenecía, y que yo era clienta porque hacían un chocolate a la española buenísimo. Pues una vez me vino un yanki ignorante para hacer una reclamación "porque se habían querido burlar de él en ese sitio,pues le habían dado un chocolate tan espeso, que, me decía, casi no se derramaba al invertir la taza". Qué bruto. Los de la cafetería estaban indignados, y yo también. No le hicieron ningún caso a semejante tarugo ignorante, que no sabía distinguir ni apreciaba las exquisiteces. Ese día me enfadé.Yo defendí a brazo partido a mi droga.

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