lunes, 21 de junio de 2010
La siesta
Es una costumbre española que nos la están copiando en todo el mundo. Se dice que tiene que ser de corta duración, porque si no a mucha gente le deja abotargado o con dolor de cabeza. Pues a mí nunca me ha pasado eso, y si en vez de media hora puedo dormir una o dos, mejor que mejor. Me siento estupendamente cuando me despierto. Pero los puristas dicen que tiene que durar entre 10 y 30 minutos. Esto permite al cerebro recargarse, para que cuando nos despertemos tengamos cargadas las pilas. El cerebro el el órgano que más sufre por falta de sueño .(¡ay, sí!...yo tuve en mis juventudes unos espantosos años en que no dormía nada, y al día siguiente estaba de un humor de mil diablos. Solo se lo deseo a mis peores enemigos.)Una siesta puede aliviar el malestar de una noche de insomnio. En efecto, las partes cerebrales que se encargan de la concentración y la vigilancia se recargan sobre todo durante el sueño, gracias a la glucosa transportada hasta ellas por el sistema circulatorio sanguíneo.
Los beneficios de la siesta sobre la concentración y la vigilancia han sido probados por estudios realizados por la NASA con pilotos. Han demostrado que la vigilancia mejora en un 54% en las personas habiendo hecho la siesta.
Si se va a conducir o a efectuar una actividad que requiera mucha concentración, procurar hacer una siesta de 10 a 30 minutos, bien después de comer o en el momento en que se sienta uno fatigado. Si se va largo tiempo en carretera, se puede parar haciendo etapas para echar entre ellas un sueñecito.
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