martes, 13 de julio de 2010
Lady Godiva
Esta mujer, inglesa, vivió entre el final del siglo X y el comienzo del siglo XI y al parecer era tremendamente bella. Su marido era el conde de Chester y Mercia, un señor que exprimía a sus súbditos con abusivos impuestos y pocos miramientos. Su mujer, Lady Godiva, se compadecía de estos pobres hombres. En este marco es donde nace la leyenda que la hace famosa.
Nuestra heroína le pidió a su marido que bajara los impuestos a su pueblo y este accedió con una condición: que la mujer cruzase el pueblo de Coventry a caballo y desnuda. La bella señora aceptó la propuesta y después de pedir al pueblo que permanecieran en sus casas y no la miraran, cruzó las calles desnuda sobre el caballo. El conde cumplió su parte del trato y rebajó los impuestos. Como decía, esto es una leyenda pero parece que hay algo real detrás de esta historia.
Los ciudadanos debían encerrarse en sus casas y no mirar, pero la carne es débil y la señora era bella. Y, qué demonios, quizás pagar impuestos a cambio de aquella visión merecía la pena. El caso es que, sigue la leyenda, hubo un sastre llamado Tom que miró a Lady Godiva desnuda. Este tipo es conocido como “el mirón Tom” (Peeping Tom). Eso sí, aquella visión lo dejó ciego. Aunque también lo llevó a la historia ya que a un mirón o voyeur, en inglés, se le suele llamar así.
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