miércoles, 25 de agosto de 2010

¿Qué es la tensegridad?


Tensegridad es el nombre dado a la versión moderna de los pases mágicos: posiciones, movimientos del cuerpo y respiraciones ensoñados y acechados por hombres y mujeres videntes que vivieron en México en tiempos antiguos, y que les fueron enseñados a Carlos Castaneda, Florinda Donner-Grau, Taisha Abelar y Carol Tiggs por su maestro, don Juan Matus, un indio Yaqui de Yuma, Arizona y Sonora, México, que era el heredero de un linaje de videntes que se origina en el México antiguo.
La palabra Tensegridad es un concepto tomado de un arquitecto, ingeniero, científico y ensoñador a quien Carlos Castaneda admiraba: R. Buckminster Fuller, quien describió a la Tensegridadcomo la combinación de integridad tensional, las fuerzas que existen en una estructura formada por una red finita de elementos de compresión o elementos rígidos interconectados a través de elementos tensiles o elásticos que le dan a la estructura su integridad total. Debido a esta propiedad elástica de interconexiones, cuando un elemento de la estructura de Tensegridad se mueve, este movimiento se traslada a toda la estructura, y todos los demás elementos se mueven también, o se adaptan para una nueva configuración, cediendo a estos movimientos sin quebrarse.
Carlos Castaneda encontró que este proceso, la Tensegridad, era una descripción perfecta de la práctica moderna de los pases mágicos y de la manera de ser que don Juan le enseñó. En el caso de los pases mágicos, la Tensegridad se refiere a la interacción entre la tensión y relajación de los tendones y músculos, y su contrapartida energética, de manera tal que contribuye a la integridad total del cuerpo como unidad física y energética. En el caso de la vida diaria, Carlos Castaneda dijo, la Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, y a la energía de los demás, de manera tal que contribuya a la integridad de la comunidad que somos.
La Tensegridad es la versión moderna de ciertos movimientos llamados "pases mágicos" desarrollados por chamanes indios que vivieron en México en tiempos previos a la conquista española.
Tiempos previos a la conquista española es el término que usaba don Juan Matus, un indio chamán mexicano que dio entrada a Carlos Castaneda, Carol Tiggs, Florinda Donner-Grau y Taisha Abelar al mundo cognitivo de los chamanes que vivieron en México, según don Juan, hace entre 7,000 y 10,000 años.
Don Juan explicó a sus cuatro discípulos que aquellos chamanes, descubrieron a través de prácticas insondables, que los seres humanos son capaces de percibir energía directamente tal como fluye en el universo. En otras palabras, de acuerdo con don Juan, aquellos chamanes aseguraban que cualquiera de nosotros puede interrumpir, por un momento, nuestro sistema de interpretación que convierte el flujo de energía en datos sensoriales propios de la clase de organismos que somos. Aquellos chamanes afirmaban que transformar el flujo de energía en datos sensoriales crea un sistema de interpretación que convierte la energía que fluye en el universo en el mundo cotidiano que conocemos.
Don Juan continuó aclarando a sus discípulos que una vez que aquellos antiguos chamanes establecieron la validez de la percepción directa de energía, a la que llamaron ver, procedieron a refinarla aplicándosela a sí mismos. Esto es, se percibían los unos a los otros, a voluntad, como un conglomerado de campos energéticos. Al percibirse de esta manera, los seres humanos se asemejan a unas gigantescas esferas luminosas del Cuando se percibe a los seres humanos como un conglomerado de campos energéticos, se puede también distinguir un punto de intensa luminosidad localizado a la altura de los omóplatos, más o menos a un metro de distancia detrás de éstos. Los videntes del México antiguo que descubrieron este punto luminoso lo llamaron el punto de encaje, debido a que concluyeron que es ahí donde se efectúa la percepción. Ayudados por su capacidad de ver, se dieron cuenta de que en este punto luminoso, ubicado en el mismo sitio para todos los seres humanos, convergen cantidades astronómicas de filamentos luminosos que son los campos energéticos que constituyen el universo en general. Al converger en este punto, se convierten en datos sensoriales que pueden ser utilizados por los seres humanos en cuanto organismos. Utilizar energía convertida en datos sensoriales era considerado por aquellos chamanes como un acto mágico: la energía es transformada por el punto de encaje en un mundo verdadero e inclusivo en el que los seres humanos, en su calidad de organismos, pueden vivir y morir. Aquellos chamanes atribuían el acto de transformar el flujo de energía pura en el mundo que percibimos, a un sistema de interpretación. Su avasalladora conclusión - avasalladora para ellos, por supuesto, y quizá para todos aquellos que tengan la energía suficiente como para prestar atención- fue que el punto de encaje no es únicamente el lugar donde se efectúa la percepción, al convertir el flujo de energía pura en datos sensoriales, sino que también es el lugar donde se realiza la interpretación de dichos datos.tamaño de los brazos extendidos, a los lados y hacia arriba.
Su siguiente y avasalladora observación fue que el punto de encaje se desplaza de su posición habitual, de una manera muy natural, durante el sueño. Descubrieron que cuanto mayor es este desplazamiento, más extraños son los sueños que lo acompañan. Aquellos chamanes pasaron de estas observaciones realizadas como videntes, a la acción pragmática de desplazar voluntariamente el punto de encaje. El arte de ensoñar es el nombre que le dieron al resultado de estas prácticas.
Definieron el arte de ensoñar como la utilización pragmática de los sueños ordinarios para crear una entrada a otros mundos, por medio del desplazamiento voluntario del punto de encaje y el acto de mantenerlo fijo en la nueva posición, también a través de un acto voluntario. Las observaciones de aquellos chamanes, al practicar el arte de ensoñar, eran una mezcla de raciocinios y de ver energía directamente tal como fluye en el universo. Se dieron cuenta de que en su posición habitual, el punto de encaje es el lugar donde converge una minúscula porción de los campos energéticos que forman el universo; pero si el punto de encaje cambia de posición dentro de la esfera luminosa, otra porción mínima de campos energéticos converge en él. El resultado es una nueva afluencia de datos sensoriales: campos de energía diferentes de los habituales son convertidos en datos sensoriales, y estos diferentes campos energéticos son interpretados como un mundo distinto.
El arte de ensoñar se convirtió en la práctica más absorbente de aquellos chamanes. En el curso de esta práctica, experimentaron estados de destreza, valor y bienestar físico sin igual. Al tratar de trasladar estos estados a sus horas de vigilia, descubrieron que podían repetirlos si ejecutaban ciertos movimientos corporales. Sus esfuerzos culminaron con el descubrimiento y desarrollo de un gran número de movimientos a los que llamaron pases mágicos.
Los pases mágicos de aquellos brujos del México antiguo se convirtieron en su posesión más preciada. Los rodearon de rituales y de misterio, y los transmitían únicamente a sus iniciados, envueltos en el más absoluto secreto. Ésta fue la manera en que don Juan Matus se los transmitió a sus cuatro discípulos, quienes, al ser los últimos eslabones de su linaje, llegaron a la unánime conclusión de que su interés era hacer el mundo de don Juan accesible a quienes quisieran conocerlo. Por lo tanto, decidieron rescatar los pases mágicos de su estado secreto y ritual. Crearon así la Tensegridad, término que pertenece a la arquitectura, y que significa "la propiedad de armazones que emplean miembros de tensión continua y miembros de compresión discontinua, de tal manera que cada miembro opera con máxima eficiencia y economía."
Este es un vocablo sumamente apropiado, ya que es una mezcla de dos términos: tensión e integridad, los cuales denotan las dos fuerzas impulsoras de los pases mágicos.

Espero que ningún brujo se me cabree por no haber respetado el copiright.

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