sábado, 19 de marzo de 2011

Erasmo de Rotterdam y las criaturas









Después de una época de claro predominio de los modales toscos, y al principio de otra de claro refinamiento, el manual de comportamiento más exitoso es un tratado del año 1530. Alcanzó tal difusión, que en vida del autor llegó a las 30 ediciones. Cabe considerarlo, pues un verdadero best.-seller del s. XVI. Se debe al filósofo y educador cristiano Erasmo de Rotterdam, gran figura del humanismo renacentista del norte de Europa. Erasmo supo elegir un tema maduro para la discusión: La importancia de introducir los buenos modales a una edad temprana.
Con el título "De civilitate morum puerilium", o sea, "Sobre la urbanidad en la infancia", el texto siguió reimprimiéndose hasta el s. XVIII, de él se hicieron muchas traducciones e imitaciones y ejerció gran influencia. Se convirtió en el libro escolar clásico para la educación de los niños en toda Europa. Mientras los adultos deseosos de elevarse en la sociedad pugnaban con acabar con unos hábitos muy arraigados y adquirir modales educados, Erasmo señaló que, para empezar, el momento más fácil y menos doloroso era en plena infancia.Los modales no debían ser una pátina sobre las acciones de un adulto ya encallecido, sino una base sobre la cual el niño pudiera edificar una buena conducta.
He aquí un muestrario (no monstruario como dicen los mallorquines, que eso es una colección de monstruos)de los consejos de Erasmo, algunos de los cuales no dejan de ser chocantes,considerados con nuestra mentalidad actual:
-Si no puedes tragar un pedazo de comida, vuélvete discretamente y échalo en alguna parte.
-Refrena las ventosidades contrayendo el vientre.
-No temas vomitar si debes hacerlo, puers lo repugnante no es vomitar an sí, sino conservar el vómito en la garganta.
-No te balancees en la silla. Quien así lo hace da la impresión de caerse de un momento a otro.
-Vuélvete cuando escupas, para que tu saliva no moje a nadie.Si cae algo purulento al suelo debe ser pisado una y otra vez,para que no produzca náuseas a nadie.
.No debes ofrecer tu pañuelo a nadie a no ser que esté recien lavado.Tampoco es correcto, después de limpiarte la nariz, extender el pañuelo y contemplarlo, como si de tu cabeza se hubieran desprendido perlas y rubíes.
-Es inadecuado chuparse los dedos llenos de grasa o limpiárselos en la chaqueta. Se aconseja usar el mantel o la servilleta.
-Ciertas personas meten las manos en los platos apenas se han sentado.Eso es propio de lobos.

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