domingo, 3 de abril de 2011

Fantasmas




Los fantasmas tiene un poder de atracción casi místico para todas las culturas. Asociado a la vida después de la muerte, la posibilidad de reencarnaciones, de mundos paralelos, de limbos, o de un lugar donde las almas vagan buscando el descanso eterno es algo que nos llama poderosamente la atención. Y así, cientos de historias, reales o productos de la imaginación, pasan de generación en generación para sumirnos en el misterio de los espíritus.
Pero… ¿qué son los fantasmas?
Los occidentales tenemos a pensar que los fantasmas son manifestaciones de espíritus de muertos, cuyas almas no han podido descansar y pasar a “mejor vida”. La energía de esa persona, como si se tratara de una entidad propia, queda atada a un momento, a un lugar o a un hecho, esperando liberarse y encontrar su salvación eterna.
Pero no son éstas las únicas interpretaciones, y es que tantas culturas e identidades diferentes producen decenas de creencias, desde los que piensan que los fantasmas son imágenes que se reproducen por telepatía en personas que tienen una gran sensibilidad a quienes piensan que el hecho de ver un fantasma es, “simplemente”, un transitorio salto en el tiempo que nos permite ver otros instantes.
Derivada de la explicación de la energía que mencioné anteriormente, está la de los que piensan que las muertes que se producen bajo unos hechos muy traumáticos producen una descarga de energía tan fuerte que se produce una huella electromagnética que se queda en el lugar durante mucho tiempo.
Por todas estas explicaciones, los fantasmas se consideran como entidades terrestres, ya que permanecen atados a la Tierra, hasta que la energía negativa producida desaparece, o bien, aquellas almas que se quedan para proteger a un ser querido, hasta que éste se encuentra a salvo totalmente.
¿Quienes suelen tener más facilidad para ver fantasmas?
Algunos estudios indican que una de cada diez personas tienen la capacidad de ver a los fantasmas, aunque hay características que nos pueden hacer más propicios para este hecho. Por ejemplo, los niños suelen tener más facilidad para verlos, quizás porque tienen la mente mucho más liberada de complejos y preocupaciones; también las mujeres suelen verlos mejor que los hombres, por su mayor sensibilidad; y también, según otros estudios, cuanto más alto es el coeficiente intelectual, más difícil será que vean fantasmas. En resumen, mientras más calmados y receptivos estemos, mejor será.
¿Fantasmas buenos o malos?
Se tiende a creer que los fantasmas son malvados, pero no tiene por qué ser así. Salvo los poltergeist, por lo general, los espíritus suelen quedarse para intentar comunicar algo a los vivos, y si en alguna ocasión, su presencia puede atemorizarnos, no tiene por qué ser amenazador. De hecho, según los expertos, lo más que podemos obtener de una amenaza suya es algún arañazo o un moratón.
¿En qué lugares del mundo?
Sí, seguramente a todos se os vienen dos nombres de países a la cabeza: Irlanda y Escocia. Aunque luego cada país, o incluso cada estado del mundo tienen sus propios fantasmas o leyendas, son estos dos países los que cuentan con más historias reconocidas. Y por si os preguntáis sitios concretos, los fantasmas suelen verse en cementerios, por supuesto, museos, campos de batallas, castillos, cruces de caminos y lugares en los que se han producido crimenes.

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