Lina Medina sigue siendo aún hoy en día, (afortunadamente), la madre confirmada más joven de la Historia. Lina, nacida en Perú en 1933, se convirtió en mamá en el año 1939… Si, las cuentas desde luego parecen no cuadrar, pero así fue. Lina Medina tuvo su hijo cuando ni tan siquiera había llegado a cumplir los 6 años.
Cuentan que su padre, de nombre Tiburcio, al notar el vientre abultado de la niña y temiendo que un espíritu maligno se hubiera introducido en ella, la llevó en cuanto pudo a la cercana ciudad de Pisco para que fuera examinada por un médico. Dicho médico, que se llamaba Gerardo Lozada, no salía de su asombro tras comprobar una y otra vez los resultados de sus análisis.
Decidió entonces trasladarla hasta Lima, capital del país, para confirmar los resultados. Y así fue. Se comprobó entonces que Lina Medina había concebido cuatro meses antes de cumplir los 5 años y que en poco más de un mes daría a luz. Claro que en ella todo era extraordinario, ya que con tres meses ya tenía vello en el pubis y la menstruación le había llegado cuando aun no había cumplido los tres años.
El niño nació el 14 de mayo de ese 1939 y el parto requirió de cesárea. El niño, que nació sano y se llamó Gerardo, se crió pensando que sus abuelos eran sus padres, pero cuando ya contaba con 10 años descubrió la verdad. Lamentablemente murió en 1979, con sólo 40 años, víctima de una enfermedad que afectó a su médula ósea.
En cuanto al padre del niño, por lo visto aún sigue siendo un misterio, aunque en un principio se acusó tanto al padre de la niña como a un hermano suyo que sufría retraso mental. Incluso se llegó a abrir un expediente por sospecha de violación, pero fue cerrado por falta de pruebas. Los más místicos del pueblo de Antacancha, pueblo de Lina, prefirieron atribuir esta paternidad a la divinidad.
Lina tuvo otro hijo, pero ya con 39 años, y actualmente sigue viviendo en Perú.
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