La clericalla se las pinta sola para zafarse de sus responsabilidades. Es lo que ha hecho la conocida "Sor María".
Estaba en un hospital y a los hijos de "rojas" o "putas" se los vendía a gente pudiente de derechas. A las madres les decía que había nacido muerto, y si querían verlo tenía uno semimomificado para enseñarlo tras un cristal.
Pero muchas mujeres que en los largos años de "democracia" esta tía asquerosa quitó los hijos no renuncian, y dicen que tenía ayudantas, y "que había muchas Sormarías".
Que no descanse en paz.
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