jueves, 19 de febrero de 2015

Curiosidades sobre Luis XVI- El decreto del pañuelo y más cosas




De todos es sabido que aquellos que llegan a alcanzar altas cotas de poder suelen volverse caprichosos en sus deseos, pensando que el mundo ha de girar en torno a sus necesidades y/o arbitrarias manías.
Esta circunstancia se da ampliamente en entornos de la realeza. Tenemos un ejemplo en la anécdota protagonizada por Luís XVI, rey de Francia, y su esposa María Antonieta, quien era gran amante de la moda.
Ella se quejaba amargamente de que cada persona llevaba un pañuelo de bolsillo diferente, unos eran redondos, otros triangulares, algunos con formas de trapecio, diferentes formas geométricas… era demasiado caos para su refinado gusto estético y María Antonieta decidió que los pañuelos cuadrados eran los más convenientes y dinámicos.
Influenciado por su esposa el rey promulgó “el decreto del pañuelo”  el cual obligaba a todos los franceses a usar un pañuelo de idéntica forma y con la misma medida de ancho que de largo, es decir, debían ser cuadrados por decreto real.
¿Se debe quizá a excentricidades como ésta que fueron ambos a parar bajo la hoja de la guillotina?

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Luis XVI

Aquí es donde -decían los franceses- "acortaban" a los nobles" La cabeza caía en la cesta y el verdugo la mostraba al pueblo entre vítores. Había unas mujeres, que se guardaban un asiento delante del patíbulo Eran las famosas "tricoteuses"., que se pasaban el día haciendo punto de media  y viendo caer cabezas.Más entretenido que la tele.


Esto es lo que realmente "ponía" a Luis XVI, un rey fiel

Maria Antonieta fue una reina muy desgraciada, pero ella mismo labró sus desgracias. Era hija de la
emperatriz de Austria María Teresa, y se fue muy joven a la corte de Francia para casarse con el futuro Luis XVI, que era feo, gordo e impotente, Esta última tenía por causa que tenía fimosis, y como le daba mucho miedo no se quiso circuncidar. La pareja no podía tener hijos, y Maria Antonieta no podía ser más infeliz. Además, a Luis XVI solo le molaban las cerraduras; hubiera sido un estupendo cerrajero pero le tocó ser rey y lo hizo fatal. Y la reina gastaba una barbaridad en caprichos caros.
Por fin,después de varios años, se decidió a circuncidarse y pudieron tener hijos.
Este rey era de carácter abúlico y apático, y solo le interesaba la cerrajería. Maria Antonieta tomó un amante, Axel de Fersen, que la consolaba un poco.
Mientras vivió Maria Teresa, escribía a su hija cartas diciéndole que fuera más discreta, que no gastase tanto, que no insultara a la gente...pero fue siempre una niña mimada y caprichosa y desoyó lo sabios consejos de su madre.
Y así terminó, perdiendo la cabeza. La gente pasaba hambre y ella se compraba a escondidas collares fabulosos de diamantes. El pueblo la odiaba, pues jamás mostró ningún cariño ni preocupación por sus súbditos, que en invierno pasaban hambre y frío. La gente se manifestaba delante del palacio, y ella se quedaba asombrada por aquel comportamiento que ella encontraba raro y extravagante.
Desde luego, la Revolución Francesa era muy necesaria, pues los nobles seguían con su vida de saraos y fiestas, y al pueblo que le dieran.
Nadie sabía qué era la justicia social, ni siquiera los mismos que la padecían, pero rebelarse, vaya que se rebelaban. Y pasó lo que pasó. La pareja perdio la cabeza, pero se lo había ganado a pulso.
Todo el mundo decía que el rey había mostrado tanto valor en la carreta que lo llevaba al patíbulo, pero no era eso. Era su enorme abulia y pasividad que le hicieron conservar la calma.
No me dan ninguna pena. Francia estuvo regida por un rey idiota y una reina maleducada desde chica y se merecen lo que los pasó.
Hay muchas más anécdotas, intrigas y curiosidades en este reinado. Os recomiendo que leáis la biografía de la reina escrita por Stefan Zweig, para mí la mejor que se ha escrito, y disfrutaréis.
María Antonieta, siempre a la moda

Salón de los espejos, en Versalles


Jardines de Versalles
 

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