Esta circunstancia se da ampliamente en entornos de la realeza. Tenemos un ejemplo en la anécdota protagonizada por Luís XVI, rey de Francia, y su esposa María Antonieta
Influenciado por su esposa el rey promulgó “el decreto del pañuelo”
¿Se debe quizá a excentricidades como ésta que fueron ambos a parar bajo la hoja de la guillotina?
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Luis XVI |
Esto es lo que realmente "ponía" a Luis XVI, un rey fiel |
Maria Antonieta fue una reina muy desgraciada, pero ella mismo labró sus desgracias. Era hija de la
emperatriz de Austria María Teresa, y se fue muy joven a la corte de Francia para casarse con el futuro Luis XVI, que era feo, gordo e impotente, Esta última tenía por causa que tenía fimosis, y como le daba mucho miedo no se quiso circuncidar. La pareja no podía tener hijos, y Maria Antonieta no podía ser más infeliz. Además, a Luis XVI solo le molaban las cerraduras; hubiera sido un estupendo cerrajero pero le tocó ser rey y lo hizo fatal. Y la reina gastaba una barbaridad en caprichos caros.
Por fin,después de varios años, se decidió a circuncidarse y pudieron tener hijos.
Este rey era de carácter abúlico y apático, y solo le interesaba la cerrajería. Maria Antonieta tomó un amante, Axel de Fersen, que la consolaba un poco.
Mientras vivió Maria Teresa, escribía a su hija cartas diciéndole que fuera más discreta, que no gastase tanto, que no insultara a la gente...pero fue siempre una niña mimada y caprichosa y desoyó lo sabios consejos de su madre.
Y así terminó, perdiendo la cabeza. La gente pasaba hambre y ella se compraba a escondidas collares fabulosos de diamantes. El pueblo la odiaba, pues jamás mostró ningún cariño ni preocupación por sus súbditos, que en invierno pasaban hambre y frío. La gente se manifestaba delante del palacio, y ella se quedaba asombrada por aquel comportamiento que ella encontraba raro y extravagante.
Desde luego, la Revolución Francesa era muy necesaria, pues los nobles seguían con su vida de saraos y fiestas, y al pueblo que le dieran.
Nadie sabía qué era la justicia social, ni siquiera los mismos que la padecían, pero rebelarse, vaya que se rebelaban. Y pasó lo que pasó. La pareja perdio la cabeza, pero se lo había ganado a pulso.
Todo el mundo decía que el rey había mostrado tanto valor en la carreta que lo llevaba al patíbulo, pero no era eso. Era su enorme abulia y pasividad que le hicieron conservar la calma.
No me dan ninguna pena. Francia estuvo regida por un rey idiota y una reina maleducada desde chica y se merecen lo que los pasó.
Hay muchas más anécdotas, intrigas y curiosidades en este reinado. Os recomiendo que leáis la biografía de la reina escrita por Stefan Zweig, para mí la mejor que se ha escrito, y disfrutaréis.
María Antonieta, siempre a la moda |
Salón de los espejos, en Versalles |
Jardines de Versalles |
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