domingo, 4 de diciembre de 2016

Luto negro

Llevamos prendas negras muchas veces cuando vamos a un entierro o funeral, como signo de respeto al difunto y a su familia. Sin embargo, fue el temor a un pariente muerto, o peor, a un enemigo o extraño difunto, lo que restauró el negro como signo de luto en el mundo occidental. Esta costumbre es muy antigua.

El hombre primitivo creía que, sin una extrema vigilancia, el espíritu del muerto entraba en el cuerpo de los vivos y los poseía. Pruebas antropológicas sugieren que los hombres blancos primitivos se pintaban de negro el cuerpo para asistir a los entierros, a fin de disfrazarse de espíritus. Y hay pruebas mucho más recientes , ya en el s. XIX procedentes de tribus africanas negras, que lo hacían al revés, se embadurnaban de blanco. para evitar el reconocimiento y la posesión por parte de los muertos recientes.

Qué estupideces hacen los seres humanos.

A partir de la pintura negra corporal, los antropólogos llegan al atuendo funerario negro, que en muchas sociedades vestían los familiares del muert@, a veces durante meses o años. Aún no hace 100 años, en los pueblos de la España profunda, cuando un familiar moría en una vivienda donde había una chica casadera, ésta ya sabía que le había caído el gordo, pues se quedaría soltera. Estando tanto tiempo de luto y sin poder ir a fiestas, romerías, tratarse con los chicos del pueblo, y siempre de negro y con velo, le caía lo que más temía entonces y hasta hace poco una chica: Quedarse solterona.
El velo que cubría la cara de la mujer enlutada tuvo su origen en ese temor por las almas de los muertos. En los países mediterráneos, la viuda llevaba un velo y prendas negras para ocultarse del espíritu merodeador de su marido.
Ibiza años 50

Por tanto, el negro no significa respeto, sino miedo, que para una persona de piel blanca constituye una máscara defensiva.

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