
Alguna vez García Márquez dijo para la posteridad que uno en esta vida tiene los polvos contados. Parece ser que hay quien se ha molestado en hacer cálculos y han sacado la conclusión que una persona normal echa en toda su vida 13.493 polvos en total. Estos datos están escritos en el mapa genético,con sus correspondientes orgasmos. Yo cuando empecé a funcionar en esto, ya lo pensé, y tuve la idea de meter un duro de los de entonces en una hucha, para después cuando estuviera muy acabada comprarme algo bonito. Pero la moral franquista de la época algo (poco) había calado en mí, y no lo hice, pues me dió la impresion de que era una manera rara de prostituírme conmigo misma. Tampoco me atevi a pedírselo a Paco, por idénticos motivos.Lástima, a lo mejor ahora podría comprarme un collarcito de Bulgari...
No hay comentarios:
Publicar un comentario