Haití es uno de los dos países que comparten la isla llamada La Española, nombre que le puso Colón.Fué una de las primeras tierras de Iberoamérica con las que se topó. El otro país es la República Dominicana, y parece mentira que los dos estén en la misma isla. Esta última es un país tropical verde, precioso. En cambio, nada más pasar la frontera y entrar en Haití, la tierra se convierte en un desierto polvoriento sin apenas árboles. Parece un país del Africa negra de los más pobres. Y es que lo son. Es la patria de la magia negra y el vudú. La verdad es que da un poco de miedo.Pero me gustó, precisamente por eso. Yo cuando estuve, en la misma Aduana, las paredes estaban llenas de muñequitas de vudú de esas que se cuelgan por el cuello y se las llena de alfileres para hacer encantamientos. Parece una película. La gente, muy amable, pero viven miserablemente. Quizás por eso les ha afectado tanto el terremoto, y a los dominicanos no. Si no, no me lo explico. Que yo sepa, en la Rep. Dominicana no ha habido estas escenas tan trágicas.Recuerdos desde aquí a los haitianos.
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