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Pieles NO

miércoles, 10 de febrero de 2010

Muletillas y nonadas

Ayer estuve cenando con D... en un cuchitrill de por la Lonja, en que se come estupendamente. Tomamos de primero unos anchoas al ajillo y luego un chuleton buenísimo con patatas fritas, y de postre un pastel de chocolate. El me invitó,pues hace poco que ha sido su cumple. Ahora tiene un nuevo amor, que casi lo viola. Es una chica de 22 años, muy inteligente y por lo visto echá p´alante, que es amiga o parienta de un amigo suyo, pero está libre. A ver si por fin encuentra a la mujer de su vida. Se han hecho muuy amigos y la próxima vez que se vean puede ser tremendo. A él le gusta mucho, y a ver si la cosa cuaja.
Desde luego, yo no encuentro que los hombres y las mujeres seamos tan diferentes. Tenemos reacciones parecidas, y los mismos miedos y problemas, o casi. Mi madre cuando yo era mocita me decía que siempre que le tuviese que pedir algo a un hombre , nunca lo hiciera cuando éste tiene la tripa vacía, sino después de haber comido. Y es verdad. Ese fué un buen consejo, Los hombres, cuando tienen la tripa vacía, están inabordables.
Paco ha hecho un nuevo disco, y lo va a editar. A ver si esta vez también se lo compra el hilo musical. Es una música muy bonita, diferente a la del primero. Paco es modesto, y su muletilla favorita es decir “no somos nadie”, y yo entonces le contesto que yo sí soy alguien, a veces. Tengo una amiga que dice frecuentemente “la vida es dura”, y está en lo cierto. Vaya si lo es. Cuando yo iba a las Teresianas, teníamos un cura profesor de religión que era párroco de San Miguel, si no recuerdo mal, y que éste es la persona más muletillosa que he conocido. Cada dos frases soltaba un “al fin y a la postre”, que es muletilla larga. Nos pasábamos el rato de la clase contando las veces que lo repetía. No he conocido un caso igual. Todos tenemos muletillas, pero solo las soltamos de vez en cuando, pero aquel hombre era algo tremendo. Y no se daba cuenta. Algún alma caritativa tendría que habérselo dicho, pero las almas caritativas no abundan. Yo tengo varias. “Para dos días que vamos a vivir”, “ahí me las den todas”, y algunas más. Tengo una amiga que cuando se enfada con alguien dice una cosa que me hace mucha gracia, dice: “Que le folle un pez”.¡Y ha sido educada en el Sagrado Corazón!. Lo que me saca de quicio es esa gente que cuando habla repite siempre la misma muletilla, pero casi seguido, cada dos palabras, les abofetearía. Y es que yo soy muy dictadora, según Paco. Pero esa gente que no sabe hablar y balbucea repitiendo la palabra en cuestión cada tres segundos, es que me crispa.
No sé por qué me he puesto a escribir estas tonterías, será que tengo mono de ordenador. Para mí el escribir es como una necesidad, aunque no tenga nada interesante que decir. Pero hay muchas cosas interesantes en este bajo mundo, y siempre encuentro algún tema. A veces pienso en lo que pensaran de mi los que me lean, deben decir que estoy pirada, y no se equivocan, pero al menos lo reconozco. Hay mucho chiflado suelto.
A veces me he hecho a mí misma la pregunta de si alguna vez alguien se habrá suicidado por pura curiosidad.No alarmarse, que pienso seguir dando guerra, pero a veces se me ocurre esta idea y no me parece tan descabellada. Yo tengo mucha curiosidad por saber si hay algo detrás del velo pintado, pero esperaré a que me llegue el turno. El otro día me contó una señora amiga mía, ya talludita, que cuando su padre murió ella no estaba en la misma ciudad. Y que oyó una voz que la llamaba por su nombre, y que se parecía mucho a la voz de su padre. Enseguida la telefonearon para decirle que acababa de morir. A mí estas cosas me chiflan, no como a mi padre, que le dan yuyu. Debe ser por ser andaluz, no sé. Recuerdo una vez que me puse a echar las cartas del tarot a una amiga en su casa, y él salió de estampida. Y es que mi padre también es raro. Somos una familia rara donde las haya, vive Dios.

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