pieles no

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Pieles NO

martes, 27 de agosto de 2013

Crónicas del Aeropuerto

Todo el mundo que, como yo, sepa algo de ocultismo, magia y asuntos de ultratumba, estará enterado de cuáles son los sitios más frecuentados por los demonios. Los cruces de los caminos, y, en general, aquellos lugares que lo son de paso, como estaciones, cruces de senderos en sentido literal, aeropuertos...
Qué duda cabe que el de Palma está lleno de ellos. Unos días más que otros. Yo no me refiero a los carteristas que en temporada alta vienen a hacer su agosto, sino a esos demonios o espíritus burlones que se apoderan del turista recién bajado del avión y le hace hacer todo tipo de cosas raras. Una vez tuve que emplear todas mis energías en convencer a un extranjero cuya nacionalidad omito (pues he notado que la gente es exageradamente susceptible, y cuanto más cretinos, más susceptibles...) Yo, por ejemplo, no lo soy nada. (ni modesta tampoco)
Perdón por la disgresión. Sigo con el turista. No digo guiri porque se cabrean.
Pues una vez estuve a punto de tener que emplear metodos violentos para evitar que un señor del norte de Europa  se me meara en la Oficina...pues el fulano en cuestión se inclina sobre el mostrador y me conmina a que abra la puerta para que pueda descargar su vejiga. Yo, naturalmente, me niego, pero él sigue insistiendo en que tiene unas ganas locas de hacer pipí y que le abra de una vez. Le pregunto si acaso nuestra bonita oficina tiene pinta de urinario, y yo de señora de los lavabos, y, ante su cara de percebe, le indico el vater de hombres con gesto enérgico y berrido apropiado para guiarle en la búsqueda.
También una vez, una señorita de un país vecino, se empeñaba en coger el tren para ir a Alicante, en vista de que no había plazas en los aviones. Yo le dije que lo tenía crudo, y, después de pensarlo un rato, me contestó:
"-¡Oh, la, la!...Je n'avais pas réalisé que nous étions sur une île..."
Cuando lo hubo 'realizado', o asumido, se fue con expresión chasqueada, después de explicarle yo las posibilidades marítimas de un archipiélago. Pero ella debía ser de secano y no le hizo ilusión. No le provocó, como dicen los sudamericanos.
Los fines de semana todos los diablos del Averno andan sueltos por el Aeropuerto, en forma de locas varias, muchachos con aparatos electrónicos diversos, niñas mochileras y ancianitos despistados.
Todos enloquecen a su manera, y son poseídos por los espíritus burlones de este Aeropuerto del diablo.
Y otro día, más.




 

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