Tengo una amiga colombiana que me contó que su padre,-pues vivían en la selva- , una vez que regresaba a su casa después de trabajar, sintiéndose cansado, se sentó sobre un tronco de árbol caído. Pero al poco notó que su asiento se movía, y entonces se dió cuenta de que estaba encima de una anaconda que hacía su digestión. El hombre salió corriendo...
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