Entonces, uno de sus vecinos gritaba: "No hay ningún Señor." En aquellos días mi abuela era muy pobre, así que su vecino decidió probar que él tenía razón y compró una gran bolsa de comida y la puso frente a la puerta de mi abuela. La mañana siguiente, mi abuela salió al frente de la casa y al ver la bolsa dijo: "¡Alabado sea el Señor!" El vecino salió de detrás de unos árboles donde se había escondido y dijo: "¡Yo traje esa comida, y no hay ningún Señor!" Mi abuela replicó: "Señor, no sólo me enviaste comida, sino que hiciste que el demonio pagara por ella." ---------------- Pirata novato - ¿Perdiste el ojo por un excremento de paloma? - Bueno... es que era mi primer día con el garfio... El taxista nervioso
Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta.
El taxista grita, pierde el control del coche, casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate haciendo pedazos los vidrios. Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice: - Mire amigo,¡¡ jamás haga eso otra vez!!!. ¡¡Casi me muero del susto!!!!. El pasajero le pide disculpas y le dice: - No pensé que fuera a asustarse tanto si le tocaba el hombro. El taxista le dice: - Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista. - ¿Y qué hacía antes?. - Fui chófer de un coche funerario durante 30 años.
Un vaquero encuentra un indio acostado a la orilla del camino con la oreja pegada a tierra. Curioso por esta costumbre india le pregunta qué pasa. El indio le contesta:
- Carreta grande, cuatro ruedas, cuatro caballos, carreta llevar hombre blanco, rifle en brazos, al lado hombre blanco, mujer bonita, pelo largo, mujer llevar niño recién nacido en brazos. El vaquero sorprendido le comenta: - ¡Caramba!, yo había escuchado de la habilidad de los indios para detectar si vienen caballos o carretas con solo pegar el oído a tierra pero usted me ha sorprendido, ¿Cómo es que puede dar tantos detalles con solo pegar su oído a tierra? - Es que, ¡Acaba de pasarme por encima! El cura Granadino
Un cura granadino está en la iglesia y viene el obispo y le dice:
-TIenes que irte a sevilla. Y el cura, que odia a los sevillanos, se tuvo que ir. Entonces está dando la primera misa y empieza a hablar de Adán y Eva: -Adán, bueno, puro... ¡del barrio de la Chana, de Granada! -Eva, mala, impura... ¡del barrio de la Macarena, de Sevilla! Y todo el mundo alborotado. Al día siguiente da la segunda misa y se pone a hablar de Caín y Abel: -Abel, bueno, puro... ¡del barrio del Zaidín, de Granada! -Caín, malo, impuro... ¡del barrio del Nervión, de Sevilla! Y todo el mundo alborotado de nuevo. Al finalizar la misa, se le acerca el obispo de Sevilla y le dice: -Esto no puede seguir así, mañana das la última misa y te vas. A lo que piensa el cura: < Al día siguiente habla de la Última Cena, donde todos los apóstoles se acercaban a Jesús diciendo: -¿Seré yo, maestro? -No, no serás tu, Pedro. -¿Seré yo, maestro? -No, no serás tu, Juan. Así hasta que le toca el turno a Judas y este se acerca y le dice: -¿¿¿¡¡¡¡ZERÉ YO, MIÁRMA!!!!??? Zapatos pequeños
Un señor entra a una zapatería y se le acerca el vendedor:
-Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle señor? -Quiero unos zapatos del número 42. -Verá, señor, no es por llevarle la contraria, pero a simple vista puedo ver que usted calza almenos un 46. -Eso no me importa, yo quiero un número 42, si no, no compro nada y me voy a otra tienda. -Está bien (le contesta el vendedor con cara de asombro). El dependiente le trae unos zapatos del número 42; el hombre se los prueba y le dice: -Perfecto, me los llevo puestos. Cuando va de salida del comercio, el vendedor se da cuenta de que el hombre va sufriendo porque los zapatos le aprietan mucho. El vendedor, intrigado de por que compró unos zapatos tan pequeños, se le acerca y le dice: -Señor, disculpe, pero no me puedo quedar con la intriga, ¿cómo es que compra sus zapatos tan pequeños, si se ve que está sufriendo porque no le quedan bien? - Mire, le voy a contar mi historia: mi mujer me engaña con un compañero de trabajo; mi hija es prostituta; mi hijo es yonki; mi suegra vive con nosotros y me tira en cara la culpa de todos los problemas familiares... ¡El único placer que tengo en esta vida es llegar acasa y quitarme estos malditos zapatos! Madre e hijo en el ginecólogo
Un día acude al ginecólogo una mujer con su hijo de 10 años.
El ginecólogo le dice a la mujer: - Su hijo debe esperar fuera. La mujer responde: - No se preocupe doctor, él ya sabe muchas cosas acerca del sexo, se lo hemos aclarado todo en casa. El ginecólogo sonríe y le hace una pequeña prueba con el hijo de la señora. Toma a la mujer de los pechos y le pregunta al niño: -¿qué es lo que acabo de hacer? -Acabas de tocarle las tetas a mi mamá. Curioso, el ginecólogo, quiere saber que más sabe el niño y procede a hacerle oral a la mujer. El niño dice: -Acabas de hacerle un cunnilingus a mi madre. El ginecólogo esta impresionado y coge a la madre, la acuesta en la camilla y se la beneficia. Cuando termina, le pregunta al pequeño : -¿Y ahora qué diablos acabo de hacer? El niño contesta: -Ahora acabas de contraer sífilis,gilipollas, esa es la razón por la que vinimos a verte.
,¡Mamá! ¿qué tienes en la tripa? -Un bebe hijo, que me regaló tu padre; -el niño va corriendo a su padre y le dice -papá no le regales mas bebés a mamá que se los come!
|
pieles no
jueves, 9 de mayo de 2013
Más chistes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario