¡A vuestra salud! ¡Por muchos años! ¡Brindo por todos vosotros!...
Las frases tradicionales que decimos en la mesa , incluidos los brindis y las oraciones de gracias, se originaron a menudo en épocas antiguas y con unas finalidades que hoy tal vez no parezcan obvias ni apropiadas. Lo mismo ocurre con las expresiones relativas a la mesa y a la comida, tales como "traer el pan a casa", "me importa un pepino" o "un bledo" o "un pimiento", "contigo pan y cebolla", "al freír será el reír", "comer la sopa boba" y tantísimas otras.
¿Cómo se originaon esas costumbres y estas frases?. Vamos a verlo.
Por ejemplo, el brindis.
Todo el que haya participado en un brindis para desear salud o éxito a alguien, se habrá preguntado acerca de los inicios remotos de la costumbre de brindar el anfitrión por la salud de un amigo.
El origen se sitúa entre los griegos en el s. VI a.C., y por una razón eminentemente práctica: Asegurar a los invitados que el vino que iban a consumir no estaba envenenado.
Mezclar el veneno en el vino había sido durante largo tiempo uno de los medios predilectos para eliminar a un rival político o a un supuesto enemigo, o para esquivar un divorcio. Por lo tanto, el anfitrión bebía el primer vino servido de la jarra y, una vez convencidos los comensales de que no ofrecia peligro,alzaban a su vez sus copas y bebían. Este ritual, que prescribía que el dueño de la casa bebiera antes que sus invitados, llegó a simbolizar una especie de compromiso amistoso.
Los romanos adoptaron la afición griega al envenenamiento (la ambiciosa Livia Drusilla, emperatrtiz de Roma del s. I a.C., convirtió esta práctica en poco menos que una ciencia) y la costumbre de beber como prueba de amistad . El hábito romano de agregar un fragmento tostado a la copa de vino es el origen de la palabra inglesa "toast", uno de cuyos significados es precisamente "brindis". Esta práctica continuaba en época de Shakespeare. En su obra "Las alegres comadres de Windsor", Falstaff encarga una jarra de vino y exige "que se ponga una tostada en ella".
Durante mchos años, se supuso que la tostada romana era un trozo de pan especiado y azucarado. , que se añadía al vino para endulzarlo. En fecha más reciente, se demostro científicamente que el carbón puede reducir la acidez de un líquido, y que un trozo de pan muy tostado añadido a un vino inferior, ligeramente avinagrado, podía conferirle una calidad más suave y agrdable...cosa que los romanos pudieron ya haber descubierto por su cuenta.
En resumen, los griegos babían a la salud de un amigo y los romanos aromatizaban su vino con un trozo de pan tostado, y con el tiempo el brindis se convirtió en los países anglosajones en el "toast" actual.
A principios del s. XVIII, la costumbre de ofrecer un brindis adquirió un nuevo cariz.En vez de beber a la salud de un amigo presente en el ágape, el brindis se ofrecía en honor de una celebridad, en particuar de una mujer hermosa, a la que tal vez los comensales no conocían personalmente.
En el siglo siguiente, los brindis adquirieron tanta popularidad en diversos países occidentales, que no se consideraba completa una cena solemne sin que los hubiera. Un duque británico escribió en 1803 que "durante la cena cada copa ha de ser dedicada a alguien", y que abstenerse de brindar se consideraba "estúpido y grosero,como si ninguno de los presentes fuera digno de la bebida".
Una manera de insultar directamente a un comensal era omitir el brindis en su honor, lo cual constituía, como escribió el duque, "una muestra de desprecio directo"
Boda de boyardos en el s. XV. Cuadro por Konstantin Makovski Los boyardos eran los nobles rusos, bastante brutos. |
Las frases tradicionales que decimos en la mesa , incluidos los brindis y las oraciones de gracias, se originaron a menudo en épocas antiguas y con unas finalidades que hoy tal vez no parezcan obvias ni apropiadas. Lo mismo ocurre con las expresiones relativas a la mesa y a la comida, tales como "traer el pan a casa", "me importa un pepino" o "un bledo" o "un pimiento", "contigo pan y cebolla", "al freír será el reír", "comer la sopa boba" y tantísimas otras.
¿Cómo se originaon esas costumbres y estas frases?. Vamos a verlo.
Por ejemplo, el brindis.
Todo el que haya participado en un brindis para desear salud o éxito a alguien, se habrá preguntado acerca de los inicios remotos de la costumbre de brindar el anfitrión por la salud de un amigo.
El origen se sitúa entre los griegos en el s. VI a.C., y por una razón eminentemente práctica: Asegurar a los invitados que el vino que iban a consumir no estaba envenenado.
Mezclar el veneno en el vino había sido durante largo tiempo uno de los medios predilectos para eliminar a un rival político o a un supuesto enemigo, o para esquivar un divorcio. Por lo tanto, el anfitrión bebía el primer vino servido de la jarra y, una vez convencidos los comensales de que no ofrecia peligro,alzaban a su vez sus copas y bebían. Este ritual, que prescribía que el dueño de la casa bebiera antes que sus invitados, llegó a simbolizar una especie de compromiso amistoso.
Los romanos adoptaron la afición griega al envenenamiento (la ambiciosa Livia Drusilla, emperatrtiz de Roma del s. I a.C., convirtió esta práctica en poco menos que una ciencia) y la costumbre de beber como prueba de amistad . El hábito romano de agregar un fragmento tostado a la copa de vino es el origen de la palabra inglesa "toast", uno de cuyos significados es precisamente "brindis". Esta práctica continuaba en época de Shakespeare. En su obra "Las alegres comadres de Windsor", Falstaff encarga una jarra de vino y exige "que se ponga una tostada en ella".
Durante mchos años, se supuso que la tostada romana era un trozo de pan especiado y azucarado. , que se añadía al vino para endulzarlo. En fecha más reciente, se demostro científicamente que el carbón puede reducir la acidez de un líquido, y que un trozo de pan muy tostado añadido a un vino inferior, ligeramente avinagrado, podía conferirle una calidad más suave y agrdable...cosa que los romanos pudieron ya haber descubierto por su cuenta.
En resumen, los griegos babían a la salud de un amigo y los romanos aromatizaban su vino con un trozo de pan tostado, y con el tiempo el brindis se convirtió en los países anglosajones en el "toast" actual.
Oktoberfest |
A principios del s. XVIII, la costumbre de ofrecer un brindis adquirió un nuevo cariz.En vez de beber a la salud de un amigo presente en el ágape, el brindis se ofrecía en honor de una celebridad, en particuar de una mujer hermosa, a la que tal vez los comensales no conocían personalmente.
En el siglo siguiente, los brindis adquirieron tanta popularidad en diversos países occidentales, que no se consideraba completa una cena solemne sin que los hubiera. Un duque británico escribió en 1803 que "durante la cena cada copa ha de ser dedicada a alguien", y que abstenerse de brindar se consideraba "estúpido y grosero,como si ninguno de los presentes fuera digno de la bebida".
Una manera de insultar directamente a un comensal era omitir el brindis en su honor, lo cual constituía, como escribió el duque, "una muestra de desprecio directo"
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