Esta bonita frase no es mía, sino de Antonio Machado, o eso creo. A veces el tan temido espacio en blanco de los que escriben para mí es una llamada a ensuciarlo, a ennegrecerlo. Me atrae como el imán a las limaduras de acero. No sé si tengo una patria, pero sí sé que es terrible. España es no la madre, sino la madrastra patria. Y a las madrastras es difícil quererlas. España es una madre cruel. No sé si se puede ser pura y cruel a la vez. Quizá sí. Pero no me gusta mirar el rostro de España porque es tremendo. Cuando se mira hacia atrás y se ven todas las cosas que ha sido capaz de hacer, y las que hace, y las que hará,asusta,y pienso que ser español no es fácil. Yo no sé si lo soy. Pienso a veces que es mucho más fácil y gratificante ser francés, o ingles, y no digamos ya ciudadano USA, que esos sí creen que su patria es la mejor y la aman.Los españoles en general no aman demasiado a esa madre de rostro tremendo, porque la conocen demasiado. Somos un pueblo demasiado viejo para que nos engatusen con bellas palabras. Y tenemos la madre que nos merecemos. Los hijos siempre deben pagar los pecados de sus padres, y si son españoles, con intereses. Por eso nunca quise tener hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario