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Pieles NO

miércoles, 1 de noviembre de 2017

La España musulmana

Ya dijimos antes que la unidad de Al-Andalus  -que entonces abarcaba toda España, menos Cantabria y Galicia- fue conseguida por uno de los califas más famosos de la historia de este pedazo de tierra más africana que europea. Y es que España ha sido siempre puente entre dos continentes, y ha participado de las características de ambos.
Cuando yo era pequeña, al estudiar la Historia de España, este largo capítulo -700 años- era resumido en una lección, y enseguida pasábamos a los beatos Reyes Católicos.  A mi me hubiera gustado poder estudiar la historia de estos siete siglos en que Al-Andalus fue luminaria de las ciencias, las artes y, en resumen, toda la cultura que se podía encontrar en Europa, sumida en las nieblas de la ignorancia medieval. Venían a Córdoba, la capital de este imperio, fisósofos y matemáticos de Constantinopla, Samarcanda  y todo el Medio Oriente, como Avicena, gran médico, Averroes, filósofo , poeta,  matemático y unas cuantas cosas más que no recuerdo, y muchos otros.



Avicena, médico famoso, pasó toda su vida en Córdoba, y venía gente de muy lejos atraída por su fama. Cuando fue viejo y se sintió morir, se fue a su natal Samarcanda-que no queda precisamente a la vuelta de la esquina-
Estatua de Averroes en Córdoba


 
Samarcanda, Uzbiekistán
 
Si tuviera que escribir todo lo que ocurrió hasta que Abd-er-Rahman I (siervo del Piadoso)llegó a convertirse Califa de Córdoba,  tendría que escribir un libro, pero eso ya lo hizo el francés y el mejor historiador de este período de la historia de España, R.P. Dozy, de quien recomiendo la Historia de los Musulmanes de España, mejor que cualquier novela o cuento de las 1001 noches.
Abderrahman era en Siria de la familia de los Omeyas, acérrimos enemigos de los Abbasidas. Un califa de éstos, apodado "El Sanguinario" , se cargó a la mayoría de los Omeyas, pero Abderrahman y su hermano pequeño huyeron , cruzando un rio a nado. Pero en mitad del mismo el pequeño desfalleció y Abderrahman tuvo que ver como le degollaban los abbasidas.
España estaba entonces dominada por los berberiscos, que no eran árabes sino nómadas del Sahara.
Por cierto, el Sahara en árabe , se dice "As-sájara ul kubra", que quiere decir "el desierto grande.O sea, que cuando decimos "El desierto del Sahara", estamos en realidad diciendo "el desierto del desierto".Estas cosas para quienes gustan de las curiosidades etimológicas de los idiomas, como yo.
Abderramán, después de variadas y sangrientas batallas, puso acabar con todos los abasidas y otros que quedaban en la Península, y fue proclamado Califa de Córdoba. Mas alto no podía llegar.
Pero entre sus súbditos quedaban muchos descontentos, como para unirse contra él y sitiarle en la ciudad de Carmona. Pero el califa, que tenía con él a lo más granado de su ejército, les dijo:
- Amigos míos, hay que vencer o morir. Tiremos al fuego las vainas de nuestras espadas y juremos perecer como valientes si no alcanzamos la victoria.
Todos lanzaron al fuego las vainas de sus espadas y se precipitaron con tan impetuosidad contra los sitiadores, quienes, después de perder a sus jefes y a 7.000 hombres, huyeron a la desbandada.
Pero Abderrahman estaba tan cabreado con los abasidas que hizo decapitar a los prisioneros, vaciar sus cabezas, llenarlas de sal y poner en un papelito en la cuenca del ojo de cada uno con  el nombre del guerrero en cuestión. Por dinero, consiguió que un comerciante de Córdoba llevara el saco con las
cabezas a Kariuan -donde tenía sus negocios- y lo colocara de noche en la plaza del pueblo.
(continuará)

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