Acabar como el rosario de la aurora

Esta curiosa frase hecha, que se va perdiendo, significa que algo ha terminado a trompazos. La frase alude a la procesión de la Cofradía del Rosario, que al amanecer recorría las calles de las ciudades cantando avemarías. Parece que se refiere en concreto a lo que pasó en el pueblo de Espera, en la diócesis de Sevilla, en donde parece que sucedió la escena de los farolazos que muestra el cuadro. Este hecho se hizo famoso, y varios pintores pintaron la escena. Pudiera ser que esto no fuese un hecho aislado, porque esta procesión al amanecer coincidía con los borrachos y gamberros que a esas horas recorrían las calles de ciudades y pueblos, y solían acabar en broncas entre ambos grupos, muchas veces por razones políticas. Ya tienen razón los ingleses, que dicen que nunca hay que tener (se supone que en reuniones) discusiones ni políticas, ni de religión ni de sexo, porque suelen acabar mal...