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Pieles NO

miércoles, 22 de junio de 2022

Vida entretenida


No me puedo quejar. He tenido una vida entretenida.
Nací cuando la posguerra franquista. En Zaragoza, que es la capital de Aragón, y como ciudad es bastante fea, pero la gente encantadora. Los aragoneses son muy buena gente. La ciudad es un horno en verano y gélida en invierno. Sobre todo cuando soplaba el viento del Moncayo, que es una montaña cercana. A mí me gustaba correr por la plaza del Pilar con la boca abierta, "tragándome el viento", que decía yo, con horror de mi madre y mi abuela. Pero no me resfriaba nunca. Cuando empecé a hacerlo es cuando nos mudamos a Mallorca, que es una isla muy húmeda, como casi todas las islas. Y es que a mi padre,  que era militar, le destinaron a la Base Aérea de alli. Era piloto.
En España después de la guerra había mucha hambre. Mendigos por todas partes, un desastre. Nosotros, teníamos un economato, por mi padre, en que había de todo. Un chocolate basto, que se le veía el azúcar, y que a mí me entusiasmaba. 
No pasamos penurias. Franco el dictador se portó muy bien con quienes le habían ayudado a ganar la guerra. Una vez le pregunté a mi padre que por qué se había ido a la guerra con aquella gentuza, y me dijo que porque tenia 18 años y muchas ganas de correr aventuras. ¡Y vaya si las corrió!. Casi se deja la piel en ellas...Era de Sevilla y empezó por Cádiz y Málaga, luego subió a Castilla y allí estuvo mucho tiempo hasta que antes del triunfo de los fachas, estándole en Somosierra, se terminó aquella carnicería.
Bueno, eso de que terminó no es cierto, puesto que en la posguerra franquista murió más gente que en la guerra, y es que en las cárceles de Franco, todos los "rojos" eran torturados y fusilados.
En la parte de Cogolludo, donde estaba mi padre, había muchos italianos, y cuando tuvieron que entrar en combate y se dieron cuenta de que aquello iba en serio, se quitaron las botas, para correr más deprisa. Mussolini, que los había enviado, se puso furioso cuando se enteró. 
Mi padre, cuando yo era pequeña, me decía: "-Si quieres fastidiar a un italiano, grítale "GUADALAJARAAA".
Yo nunca lo hice. Me parecía feísimo pasarles eso por las narices. Vaya idea.
También estaban los alemanes de la Legión Cóndor, que esos sí fueron efectivos. Fueron los del bombardeo del pueblo de Guernica, del que no dejaron piedra sobre piedra. .


El Gernika, de Picasso

Pues fué después que mi padre conoció a mi madre. El estaba en Camprodón, precioso pueblo  de Gerona, y entonces  los Pirineos estaban lleno de maquis. Eran combatientes republicanos que se escondían  en las montañas. 
A mi padre lo que le gustaba no era la infantería, sino la aviación, y entró en la Academia y allí tuvo a sus amados avioncitos.
Primero le destinaron a Zaragoza, donde nací, y luego a Palma de Mallorca.
 


Zaragoza


Palma de Mallorca

Después de la guerra, España se llenó de militares alemanes refugiados y el médico que me ayudó a nacer era uno de ellos. Le dijo a mi madre que me diera mucho jamón serrano, que era muy bueno para todo. (Debía haberlo descubierto aquí en España, y por lo visto, debió quedar encantado.)
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(continuará)

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