La India me entusiasma. Es como vivir dentro de un cuento .China es muy interesante, pero es un país moderno. Es precioso visitar la Ciudad Prohibida de Beijing,los jardines y palacios de los mandarines en las afueras, los templos de Shanjai son una maravilla, con sus lagos y parques, pero sales fuera de estos sitios encantados y te encuentras en la civilización, en una ciudad moderna. En la India no. Sales de un palacio, de un templo, y la película sigue fuera.Vaya, no es que no haya coches, aunque pocos, y la gente ha sustituído el burro por la bicicleta, pero no sé como explicarlo, la India es mágica. Y la gente, tan pobre como es, siempre está contenta y te recibe con una sonrisa. Y lo pasan mal de veras; yo recuerdo haber visto a un conductor de rickshaw durmiendo con la cabeza en el sillín de la bicicleta y los pies en el manillar, y mientras le caía encina un diluvio, y no se despertaba ni nada. Y es que son muy sufridos. Claro que la esperanza de vida es corta.Pero a mí me resultaron encantadores.Te cambia la manera de ver la vida.
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