Diez antiguos insultos en castellano que no deberían caer en el olvido
“¡Un sucio verriondo es vuesa merced! Un tragavirotes de manual y estampa, un bellaco zurcefrenillos, un casquivano de rostro difícil de ver, un crápula que de lejos parece tonto, pero que de cerca lo clava, un baldragas de los que ya no quedan”.
No, ya no se insulta como antes.
Hay quien dice que el español es el idioma más rico en insultos del mundo. No seremos nosotros quienes no discutan. Lo que sí queremos discutir es que se trata de una auténtica pena el que al final se acaben oyendo siempre los mismos. Insultos en castellano, originales, inteligentes, más o menos fuertes, incluso buenos, no faltan. ¡Un poquito de variedad en su repertorio de improperios damas y caballeros!
Así pues, para evitar que estos caigan en el olvido (si es que en el fondo somos unos caballeros de no tan brillante armadura pero sí loables intenciones) nos hemos decidido a elaborar este recopilatorio. Al igual que en “Doce palabras para quedar como todo un señor” nuestro objetivo no es otro que dar fe del amplio léxico castellano; aunque en este caso sea con una serie de insultos cultos y su significado. No aprobamos su uso, pero tampoco está demás el conocerlos
Baldragas
Qué significa este antiguo insulto del castellano: hombre flojo, sin energía.
Baldragas. Sólo por cómo se oye ya dan ganas de utilizarlo. Tiene fuerza, poderío, presencia. Su significado es lo de menos.
Ejemplo: “Caballero, deje de ser tan baldragas y haga el favor de servirme esa bebida espirituosa de ron con cola que le he pedido”.
Casquivano
Qué significa este antiguo insulto del castellano: que no tiene formalidad en sus relaciones sexuales.
Dicho así podríamos decir que hoy en día esta palabra no tendría por qué ser ofensiva hoy en día. Pero para que nos entendamos; equivale al ‘Guarra/o’ de toda la vida del señor. Eso sí, con mucha más clase y estilo.
Ejemplo: “¡Estoy rodeado de viles casquivanos que aman más el fornicio que Paquirrín un buffet libre!”
Crápula
Qué significa este antiguo insulto del castellano: hombre de vida licenciosa.
Sí, parece un insulto sacado de las mejores películas de Chiquito de la Calzada (‘Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera’ o ‘Brácula’, por ejemplo). Y sólo por eso merece un puesto en esta lista.
Ejemplo: “¡Ai can de mor! Ere’ un crápula de bambino. A jarl, e pech, agromenagüer.”
Mamacallos
Qué significa este antiguo insulto del castellano: hombre tonto y pusilánime.
Pero cómo nos gustan los improperios creados por palabras compuestas. ¡Es como si te insultaran doble! En este caso el término en cuestión unifica ‘mamar’ (‘comer’, ‘engullir’) con ‘callos’ (que o bien pueden ser las durezas de los pies, ese plato madrileño tan rico, los extremos de la herradura o mujeres muy feas (no lo decimos nosotros, lo dice la RAE). El que sea uno u otro lo dejamos a tu elección.
Ejemplo: “¡Ha de saber vuesa merced que es un mamacallos! Le desafío a un duelo.”
Zurcefrenillos
Qué significa este antiguo insulto del castellano: dícese de aquel hombre que realiza actividades propias de un insensato.
Y otro más para la lista de insultos españoles compuestos. En este caso formado por… Bueno, tampoco hace falta que lo expliquemos todo.
Ejemplo: “Mamacallos y Zurcefrenillos lo será usted caballero. Acepto su desafío. Espadas, al amanecer.”
Mangurrían
Qué significa este antiguo insulto del castellano: Dícese de la persona poco civilizada, de formas toscas y asilvestradas.
Servidor ha de reconocer que de tanto en tanto recurre a un buen ‘Mangurrian’ con sus amigos. Para dar buen ejemplo y evitar que estos términos caigan en el olvido. Sí, claro, para eso…
Ejemplo: “Pero a ver, panda de gañanes y mangurrianes, que no, que no os voy a dejar utilizar mi cepillo de dientes” (‘True story’).
Verriondo
Qué significa este antiguo insulto del castellano: dicho de un animal, especialmente de un cerdo: que está en celo. Aunque como te puedes suponer se puede aplicar a personas.
No sólo es que te emparenten con la familia de los porcinos, sino que además digan que andas más salido que el pico de la mesa. Un 2×1 que incluso gana más enteros con esa doble ‘r’. Lo hace más insultante.
Ejemplo: “Señor mío, ¿podría dejar de hacer el verriondo arrimando cebolleta y dejándome practicar la noble práctica del arte ‘danzatorio’?”
Cagalindes
Qué significa este antiguo insulto del castellano: cobarde.
Porque a ‘cobarde’ en sí le falta garra, presencia. Está ya muy visto. ‘Cagalindes’ no. Es otro de esos términos compuestos que tanto nos gustan y que, aunque no sepas su significado, sabes bien que no implica nada bueno.
Ejemplo: “Mi eminentísimo cagalindes; recoja su lanza y monte en su percherón para batirse en justa lid, y dejad de temblar cual gelatina Royal’.
Tragavirotes
Qué significa este antiguo insulto del castellano: tiramos de definición del 1611; “los hombres muy derechos y muy severos, con una gravedad necia, que no les compete a su calidad”. Podríamos decir que equivale al más actual pero soso ‘Estirado’.
Pero qué sonoros, visuales y satisfechos dejan a uno los insultos compuestos. Éste en concreto no nos gusta tanto por lo que significa, sino por lo que podría haber significado. Tantas y tan ofensivas cosas… Mejor nos callamos para no quitarle a nadie el placer de descubrirlo por sí mismo.
Ejemplo: “Menudo tragavirotes de porte empoderado está hecho el señor Wert”.
Bellaco
Qué significa este antiguo insulto del castellano: malo, pícaro, ruin.
Por todos esos bellacos, berzotas, botarates, zopencos y demás insultos que todos hemos oído alguna vez decir al Superintendente Vicente, al Capitán Trueno o al Capitán Haddock en los cómics de nuestra infancia. ‘Bellaco’ representa muy bien a todos ellos. Ains qué morriña.
Ejemplo: “¡Macrocéfalo, anfitrión, rocambole, ectoplasma, filoxera, bellaco, mameluco!”
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