pieles no
lunes, 1 de diciembre de 2008
Costumbres extrañas de la Roma clásica
Cátulo, en su poema heroico "Las bodas de Tetis y Peleo", da consejos: "Querida esposa, ríndete a los deseos del esposo que te adora; mañana, cuando despunte el alba, tu curiosa servidora se regocijará de no poder ceñir tu cuello de cisne con el collar que llevabas la víspera.
Las matronas pretendían con este signo adivinar el embarazo de las recien casadas.(qué impacientes, leñe)
Tenían otro sistema para conocer la virginidad de las muchachas: Para ello se medía el volumen de los pechos, e, inmediatamente, la joven sospechosa mordia con sus dientes las dos extremidades del mágico hilo.Si la cabeza pasaba dentro del aro que formaba dicho hilo era señal de que la joven no era virgen. (valiente chorrada)
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