pieles no
viernes, 17 de julio de 2009
Gente incivica y cruel
Hay demasiada gente en verano que se va por ahí de excursion o a su segunda residencia y deja el perro en el balcón o la terraza, aguantando toda la solana que cae. El animal se pone a ladrar sin parar todo el día, molestando al vecindario, los amantes de los perros molestados por partida doble, poues además nos da pena el pobre bicho, y los otros, por los incesantes ladridos. Hombre, siempre es mejor que no abandonarlos, pero también en una barbaridad. Además, son unos desahogados, pues ellos no tienen que aguantar nada y los vecinos que nos quedamos en nuestra casa sí.Y la poli municipal, pasando.
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