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Pieles NO

jueves, 9 de enero de 2014

El rey chochea

Don Juan Carlos titubeó durante el discurso a la familia castrense

La imagen débil y fatigada del Rey en su reaparición pública provoca sorpresa y preocupación en el Gobierno

La imagen fatigada, insegura y débil que ofreció Su Majestad el Rey durante los actos de la Pascua Militar han sorprendido y desatado de nuevo comentarios sobre su estado de salud. Miembros del equipo del Gobierno y de las Fuerzas Armadas, presentes en el acto, mostraban ayer su preocupación por el frágil aspecto del Monarca.
   
Foto:efe El Rey, apoyado por muletas, conversa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, este lunes en Madrid
 
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Titubeante en su breve discurso, que hubo de improvisar en algunos párrafos, y con evidentes dificultades al caminar, la imagen que transmitió ayer Su Majestad el Rey durante los actos de la Pascua Militar produjeron enorme sorpresa y despertó una general intranquilidad entre buena parte de los asistentes. En su primera salida de la Zarzuela desde su último paso por el quirófano, se esperaba a un Monarca mucho más recuperado, necesitado aún de muletas, tal y como estaba previsto, pero con una estampa saludable, siempre teniendo en cuenta que se trata de un paciente en proceso de rehabilitación de una intervención de cadera a la que fue sometido hace apenas mes y medio.
Pese a que el acto se redujo en el tiempo, para no fatigar en demasía al Monarca, que permaneció sentado durante buena parte de la ceremonia y pese a que se suspendió la tradicional revista a la tropas, el Rey sin embargo quiso pronunciar de pie su mensaje a los representantes de las Fuerzas Armadas, miembros de las Instituciones y del Gobierno.
Movilidad reducida
Su acceso al salón donde se desarrolló el acto abrió los primeros comentarios entre los asistentes. Su Majestad iba apoyado en dos muletas y caminaba con dificultad lógica y ostensible. Su rostro aparecía algo demacrado y, pese a algunos esfuerzos por sonreir, parecía inseguro y con la movilidad muy reducida. Su saludo a Mariano Rajoy, a los ministros de Defensa y de Interior y a los altos mandos castrenses se convirtió en un corto viacrucis.
Algún representante de la milicia presente en la sala comentaría luego que temían que fuera a caerse o a desvanecerse. "Algo le pasaba, no puede ser que por una intervención de cadera se encuentre así", comentó a este periódico un alto militar testigo presencial de lo sucedido. "Pensábamos que no podría termianr el discurso", deslizó privadamente un miembro del equipo del Gobierno.
Titubeos en el discurso
La lectura del discurso despejó ya todas las dudas que se habían extendido entre los asistentes. Don Juan Carlos pronunció las breves palabras en homenaje a las Fuerzas Armadas y en agradecimiento por sus sacrificios en tiempos económicos tan difíciles con un tono de voz muy débil y en ocasiones titubeante. Algunos pasajes tuvo que terminarlos con frases improvisadas, entre la estupefacción de buena parte de los presentes. Muy llamativo fue cuando, por ejemplo, cambió la palabra "milicia" por "familia". No hizo referencia alguna en su mensaje al desafío secesionista impulsado en Cataluña por Artur Mas. En su mensaje de Nochebuena las palabras dedicadas a este asunto se orientaron hacia la unidad de España más que a la alusión directa al órdago soberanista.
Y hubo más. Era ostensible que Don Juan Carlos no se encontraba bien. Así los atestiguaban incluso la expresión precupada de los miembros del Gobierno y de la Familia Real. La Reina mantenía la firmeza en su rostro. El Príncipe Don Felipe, ya sin barba, lograba disimularlo con mayor dificultad. La Princesa  Doña Letizia, pese a su entereza, también dio signos de inquietud, e incluso estuvo a punto de no acertar con la silla en el momento de tomar asiento para escuchar el mensaje. La versión oficial desde Zarzuela es que la luz del atril no era la adecuada y no iluminaba bien las páginas. Otras fuentes de Palacio subrayaban los nervios del Rey en su reaparición. "Quería que todo saliera perfecto, ha estado días preparando esta jornada, que la consideraba muy importante, y al final.."
 

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