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Pieles NO

domingo, 15 de noviembre de 2020

El onanismo NO tiene nada que ver con la masturbación


Rubén era el primogénito de Jacob. 

Los hijos de Jacob dieron nombre a las 12 tribus de Israel. Eran Rubén, Simeón, Leví, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José y Benjamín.

La primogenitura correspondía a Rubén, porque era el mayor de ellos, pero pecó acostándose con la concubina de su padre, Bilha, y Yahvé lo mató. Entonces la primogenitura pasó a Judá, el cuarto de los hermanos. (A mí me parece que le hubiera correspondido a Simeón, pero Judá debería ser el preferido de su padre, y ya se sabe que estas cosas ocurren.)

Judá tuvo tres hijos, Er, Onán y Sela. No eran buenas personas, y Yahvé mató a Er, por malvado. Y aquí entra la llamada Ley del Levirato  (la Ley del Cuñado)(NO es un chiste).

 Estaba establecido en Israel que si el hermano mayor moria sin hijos varones, entonces, el segundo (Onán), tenía que acostarse con su cuñada y los hijos que tuviera con ella serían considerados como hijos de Er, el muerto, y no del que hacía solo de semental. En este caso Onán. Y como a éste no le hacía ninguna gracia su papel, cuando "conocía" a su cuñada viuda "se derramaba en tierra", como está escrito en la Biblia talmente. O sea, que "el pecado de Onán" era un método anticonceptivo conocidisimo ya entonces. 

O sea, que nada que ver con el término que ya estoy harta de ver hasta  en médicos, de hablar del onanismo como si fuera masturbación.

Y quien no se lo crea, que coja una Biblia y lea.

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