pieles no
miércoles, 29 de abril de 2009
La Historia no es aburrida
Cuando Carlos V se retiró al Monasterio de Yuste tomó muy en serio la rigidez de la vida conventual.Una mañana le tocó despertar a los religiosos y sacudió rudamente a un lego que tenía el sueño más pesado que los demás, quien le dijo de mal humor:
-¡Ea, no os basta con haber sacudido durante tanto tiempo a los que andan por el mundo que aún venís a molestar a los que se han retirado de él!.
Bueno, esto lo he leído en un libro de Historia, pero la verdad es que Carlos V en otras cosas de pobreza conventual nada; por ejemplo, en la comida. Hacía que los monjes le preparasen comidas pantagruélicas, de carne de caza, y tintorro de la tierra, con lo que su gota se iba agudizando y estaba que daba asco, gordo , maloliente y repugnante como un cerdo.
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