pieles no

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Pieles NO

domingo, 24 de mayo de 2009

La libertad y la justicia (de mis memorias)

A raiz de la muerte de esta pobre chica, la hermana de la Leti , he vuelto a pensar en algo que bien mirado tengo casi siempre presente, y es si algunos conceptos básicos y cuasi sagrados existen de veras o se los ha inventado el hombre. Me pregunto si existe la libertad cuando un asesino psicópata y tal vez con doble cromosoma Y mata, y luego dice, como muchos, que no puede dejar de hacerlo. Yo lo creo. No pueden. Es un impulso que debe ser terrible, pero creo que para éstos la prisión a perpetuidad es lo mejor, o incluso la pena de muerte, rápida, tiro en la nuca, porque no son recuperables,es como quien nace rubio o negro o con los ojos verdes. Estos individuos, ¿son culpables?. Yo creo que muchos sí, si distinguen el bien del mal. Pero hay que tener en cuenta las circunstancias en que se ha desarrollado su infancia y juventud,los ejemplos que han visto en su familia, y, sobre todo la genética. La genética es muy puñetera. Se heredan cosas increíbles. Hasta los recuerdos. Yo creo haber heredado recuerdos que no son mios…. Y otra cosa sin importancia: Se heredan las aficiones. Yo soy una forofa de los crucigramas, y, sin saberlo, mis tías de Sevilla, las hermanas de mi padre, desde jovencitas también se pirraban por ellos. Y otras muchas cosas.
Las depresiones son, a mi parecer, una de las peores enfermedades que existen, porque atacan directamente a la capacidad de discernir, de razonar correctamente y otras muchas funciones cerebrales. .Por ejemplo, un enfermo de cáncer, que sabe que lo es y
que va a morir, puede y seguramente lo está, triste. O no. Si está convenientemente sedado y con los cuidados paliativos, y es una persona que ha vivido, los estratos profundos de su alma (¿) están serenos, puede incluso alegrarse de que su paso por este misterio que es la vida se termine. Pero un depresivo angustiado no. Este vive en un infierno. Aunque hay gradaciones. Ahora todo el mundo dice tener depresión y ansiedad, pero hay depres y angustias que son llevaderas y que se pasan leyendo una novela o saliendo con amigos,y otras que te persiguen hasta en sueños. Yo recordaré siempre al marido de Mary Santpere, la actriz catalana de revista, que estaba casada con un señor que era diseñador de joyas de una gran joyeria de Barcelona, no recuerdo si Bagués, o alguna del mismo calibre. Era un diseñador muy bueno, y tenia muchos pedidos, pero tenia unas depresiones endogenas terribles (las endogenas son las que aparecen sin causa exterior y son ocasionadas por desequilibrios en la quimica de las neuronas cerebrales).Este pobre hombre las tenia tan fuertes y tan insoportables, que un dia cogió el barco que va de noche de Palma a Barcelona , y, en medio de la travesia, en la oscuridad , se tiró por la parte de popa al mar y se ahogo. Nadie se dio cuenta porque nadie merodeaba por popa a estas horas en un dia de mal tiempo y frio. Su cadáver se recupero después de las aguas.Yo pienso que este hombre no podía hacer otra cosa; estaba medicado, estaba tratado por los mejores psiquiatras, pero hay un momento, un ángulo de inflexión, en que la medicina ya no puede hacer nada. Por eso hay que procurar no llegar a este punto de no return.
Cuando yo hace años tenia las depresiones más fuertes,( las de ahora lo paso muy mal pero procuro dormir o darle al ajo y agua. ), pues digo que cuando yo hace años tenia unas depresiones terribles, que la medicacion no me hacia nada y acariciaba la idea del suicidio,había dentro de mí como dos personalidades, la desequilibrada, que era como alma que lleva el diablo (qué frase, siempre me ha impresionado)y la sensata, que hacia oir su vocecita baja y apenas audible, y le decía a la otra: “Aguanta, esto pasara,pasará pasará…” Y pasó, y me quedé con el ajo y el agua, y no me suicidé, y pude disfrutar otra vez de la vida completamente, salvo cuando tengo mis hundimientos, como los llamo. Pero sé que pasan, pasan, todo pasa… Yo le contaba esto a una amiga mia árabe, una de las personas más buenas que he conocido,y unos días depués me dijo: -“Escucha, el otro día yo también me encontraba muy mal y usé tu sistema, el de “pasará”…¡y me fue bien!”.
Caramba, nunca lo hubiera creido.
La hermana de la princesa debia estar completamente desesperada, y seguramente muy sola. Si hubiese buscado a alguien con quien hablar quizas no se hubiese suicidado. Porque no cabe duda de que no ha sido una muerte natural. Estaba depresiva y de baja por ansiedad. Verde y con asas, como dicen los catalanes. No soy yo quien para hacer diagnosticos, ni tampoco conozco sus circustancias, ni sé si se pudiera haber evitado de haberse ella confiado a alguien QUE LA HUBIERA ESCUCHADO. Tened esto en cuenta, no me quiero hacer la sabelotodo pero esto sí que lo sé. No dejeis nunca con la palabra en la boca a un depresivo, ni os riais de el, ni pongais cara de percebe escéptico. Y muchos menos le digais; -“Pero si lo tienes todo para ser feliz”,o "sobreponte" porque entonces el pobre pingajo humano tendrá ganas de saltaros al cuello,y si no lo hace es porque ni eso puede. No digo que haya que aguantar los rollos de una persona todos los dias,pero un poquito si, y sobre todo dirigirle hacia un terapeuta o poner al corriente a su familia de lo mal que se encuentra.Porque las familias no suelen hacer caso y hasta hay padres y madres que preguntan:”Bueno, ¿a ti qué te duele?”. Y si les dices que nada, o peor aún, que te duele a más no poder el alma, se reirán. Y contestarán que un dolor fisico si hay que tenerlo en cuenta, como el de muelas, que dicen que es de los peores (a mi no me parece tanto…)pero que los dolores “del espiritu” son invenciones de la imaginación, propias de seres débiles, , o de muchachas en mal de amores o solteronas menopáusicas.Actualmente ya solo reaccionan asi gentes muy ignorantes, y no precisamente de clases humildes, pues ya se conoce y cada vez abunda más. Pero estas reacciones desde la ignorancia de lo que es esta enfermedad desesperan mas aún al pobre deprimido, que acaba, por una rabieta, como un caso que conozco yo, ante tanta incomprensión, poniendo una silla al lado de la ventana y tirándose a la calle. Solo era un tercer piso y tardó tres dias en morir, pero si lo hubiera hecho desde un ático hubiera quedado hecha un huevo frito y de esa no la salva ni la paz ni la caridad. Yo a los suicidas los comprendo muy bien., pero como sé que todo es pasajero, me agarro al ya pasará…y voy tirando, porque la vida, la muy puta, es eso, puta pero maravillosa…

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