Eso me decía hace años una compañera del Partido, y tenía razón. Lo fácil es ser de derechas, dejarse guiar por sus instintos, pisotear al más débil, abusar de él...en cambio los de izquierdas siempre vamos a contrapelo, y por eso siempre perdemos. No se puede ir contra la naturaleza humana, pues la Naturaleza es de derechas. Los débiles siempre salen perdiendo, y quienes abrazan la causa de los débiles caen con ellos. En el fondo, somos unos idealistas. Los comunistas, por ejemplo, y en otro orden de cosas, son estupendos para hacer la revolución, pero una vez hecha ya no saben gobernar. Entonces entran en acción los cavouristas y gente así, que saben contemporizar,ceder y pactar, cosa que un comunista de verdad no sabe.
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