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Hace algun tiempo yo estuve en Barcelona y ví unos autobuses urbanos con la siguiente leyenda: "Probablemente Dios no existe. Aproveche y páselo lo mejor posible".(o algo muy parecido) -Ostras,- me dije para mis adentros-. Esto sí que es original.
Intenté descubrir que anunciaba subliminalmente, pero no. Lo que decía era lo que quería decir.
Y yo entonces me hice (siguiendo mi mala costumbre) unas preguntas:
a) En el caso de que Dios no exista, este anuncio quere decir que El no quiere que nos divirtamos, mientras sea sin chingar al prójimo?
b) Si Dios resulta que por fin sí existe, ¿nos va a pedir cuentas por haberlo pasado bien creyendo que El no existía?
Respuesta a a): Yo no lo creo. En el caso de que exista, no me imagino a Dios como un aguafiestas. Además, si nos ha puesto al alcance de la mano (no malpensar) fuentes de placer increíbles y estupendas, ¿por qué se va a cabrear de que las usemos?
Respuesta a b) Pues tampoco lo creo. Se supone que es comprensivo con nuestras debilidades, tanto de nuestra falta de fe en El como otras. Qué duda cabe que El tiene sus preferencias, pero hasta Dios tiene sus días malos. Esperemos cogerlo de buenas cuando nos toque ir a Su tribunal. (Esto es broma, Dios. No te cabrees conmigo. Lo pongo porque en el fondo siempre he creído que tienes sentido del humor, aunque un poco negro...)
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