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Pieles NO

domingo, 4 de octubre de 2009

Las malditas depresiones


Esta época es una de las peores para los enfermos depresivos, conjuntamente con la primavera. Los cambios de tiempo les sientan fatal, y los consultorios de psiquíatras y psicólogos están ahora atiborrados. Las depres pueden ser de dos clases: Endógenas y exógenas. Las exógenas son las más fáciles de curar, pues sobrevienen por un acontecimiento externo, como muerte de un ser querido, divorcio, pérdida del empleo, etc...y si se tratan a tiempo y no se hacen crónicas no causan mayores problemas que una mala temporada. Pero las endógenas ya son más puñeteras, pues aparecen sin causa externa que las justifique, y se deben a la química cerebral.La serotonina, la hormona que regula el buen humor, se trastorna y mengua. Que se cruzan los cables, por decirlo deprisa y mal, y eso solo tiene arreglo tomando antidepresivos.También estas hay que cogerlas a tiempo, pues son peores y si no se arrastran toda la vida. El sufrimiento causado por la depresión es enorme, y sólo lo comprende otra persona que haya pasado por lo mismo. No consiste en "estar triste", sino mucho más. No se puede explicar, es como querer explicarle los colores a un ciego de nacimiento, Por eso, si tiene usted entre sus amigos o parientes a un depresivo, no haga nunca alguna de las siguientes cosas:
1) Burlarse de él y preguntarle que qué le duele, y decirle que si no le duele nada, son imaginaciones suyas. Esto hará que el pobre enfermo-a tenga ganas de estrangularle y no se lo perdone de por vida. Además, pensará que es usted un monstruo estúpido y sin sentimientos.
2) No le diga nunca: "Sobreponte,¡haz un esfuerzo!". Es precisamente lo que al enfermo le gustaría pero no puede, como si le dijeran que levantara una losa de cinco toneladas .
3)Acuérdese que la depresión es una enfermedad del estado de ánimo.
4)No diga tampoco: "¡Pero si lo tienes todo para ser feliz!". No es verdad, no lo tiene todo. Le falta lo principal, las ganas de vivir.Y además padece una enfermedad malísima.
5)No le haga ver las cosas que se está perdiendo. A menos que el enfermo, además de depresivo, sea idiota, lo sabe perfectamente, y eso le desespera. Además, los depresivos no suelen ser idiotas, y al revés.
6)No le culpabilice. No le diga cosas como "estás asustando-alarmando-jorobando-haciendoinfeciles-a tu familia-marido-padres ancianos-allegados varios". Él lo sabe de sobra y aumenta su sufrimiento el darse perfecta cuenta de que hace sufrir, pero él sufre mucho más.Acuérdese del refrán árabe que dice: "No es lo mismo contar los palos que recibirlos". El depresivo es el apaleado, y los consejeros solo ven la paliza que recibe, conm cara de bobos casi siempre.
7)Si el enfermo no puede, llévele a un buen psicólogo, que seguramente le indicará que lo lleve a un psiquiatra, para que le medique con antidepresivos. No son la panacea, pero alivian. Mas cuando la depre es muy fuerte, no hay nada en este mundo que sirva, solamente sobrellevar la depresión pensando que es como un fuerte dolor de muelas, o como cualquier otro dolor físico. Claro que para un dolor físico están los analgésicos,y en casos peores la morfina, y para una depresión a lo bestia no hay N-A-D-A . Solo ajo y agua. No se lo ponga usted más difícil. Ya sabemos que no hay nadie en el mundo, aparte de los que lo padecen y los médicos que lo tratan,que pueda saber lo horrible que lo pasa esa persona a quien usted tiene por un débil de carácter y hasta quizás por un débil mental. Sea compasivo, cojones.No se sienta tan superior. Mañana le puede tocar a usted.

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