Cuando se prepara pescado y marisco a la plancha o frito, huele muy fuerte. La mejor forma de prevenir este aroma molesto es cocinarlos al horno. Si aún así, preferimos el pescado frito, añadir un trozo de piel de limón y un diente de ajo partido al aceite, resolverá el problema. Y si se trata de sardinas, cuyo aroma es muy intenso, se recomienda pasarlas por leche con un pellizco de sal o dejarlas sumergidas en ese líquido media hora antes de cocinarlas.
Sin malos olores en las manos
Cuando manipulamos ciertos alimentos, principalmente los ajos o el pescado, se queda en las manos un olor profundo que puede tardar en desaparecer. En el caso de los ajos hay en el mercado diversos sistemas para pelarlos sin tener que tocarlos e, incluso, un jabón de acero inoxidable que neutraliza ese olor. Si no queda más remedio que tocarlo, la solución más directa es poner las manos y el cuchillo bajo el grifo y dejar que corra el agua, sin frotar.
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