Cardenales endemoniados

Gabriele Amorth es un cura de 85 años que es el decano en Italia de los sacerdotes exorcistas.Dice que a lo largo de su vida ha expulsado cientos de diablos de los cuerpos de gente que se dedicaba a la hechicería, adivinación, pactos diabólicos y cosas por el estilo. Yo recuerdo bien que Juan Pablo II, que era muy tradicional, estaba convencido de que el demonio habitaba en el Vaticano (no me extraña) y por las noches se paseaba por los larguísimos pasillos recitando oraciones antidiabólicas. En el Apocalipsis hay una frase muy significativa, y apropiada para ahora, que tanto se habla del fin del mundo, anunciado por Nostradamus, Cagliostro, los Mayas, la Virgen de Fátima y unos cuantos más que ahora no recuerdo. Dice el libro sagrado: "Cuando veáis a la Bestia ocupar el lugar sagrado, sabed que el fin de los tiempos está cerca". Brrrrr... más claro agua. El cardenal Amorth también sostiene que hay cardenales en la Curia que son ateos, y que se pasan la vida fingiendo, y que muchos de ellos están al servicio del diablo. Todo esto parece de novelón malo, pero me llamó la atención, cuando el último Concilio, una entrevista que le hicieron a un cardenal viejecito, italiano y con mucha experiencia. El periodista le preguntó si pensaba que todos los cardenales creían en Dios. El anciano purpurado se lo pensó un ratito, y luego soltó esto:
-Hum... veamos... yo creo que... Tres, seguro... bueno, cuatro...
Caray, caray, caray. ¡Como está la Iglesia!. No me extraña que Satanás campe por sus respetos y que el polaco se pasase las noches con un hisopo recitando exorcismos.
El Vaticano es precioso,lleno de obras de arte, pero yo la primera vez que lo visité, noté malas vibraciones. Es muy fácil decirlo ahora,a toro pasado, pero es verdad. Hay sitios que tienen muy buenas vibraciones, y otros lugares las tienen fatales. Por ejemplo, el Monasterio de San Juan de la Peña, en Huesca, las tiene estupendas. Pero el castillo de Loarre, por citar otro lugar cercano, las tiene malísimas. También noté ese malestar en el castillo de los Condes de Flandes, en Gante, pero es que allí se torturó y ejecutó a muchísima gente.
No hay que jugar con la ouija, que es peligrosa, ni hacer adivinaciones ni practicar la escritura automática. Yo lo hice hace tiempo y bien que me arrepentí.