Cuando los veo hacer vuelos rasantes sobre mi terraza, me alegro. ¡Ya está aquí el buen tiempo!. Ayer estaba en la pelu y lo dije: ¡Ya están aquí los vencejos!¡Se acabó el invierno!. Todas me miraron con cara extrañada; nadie sabía de qué estaba hablando. Me dí cuenta de que la gente de ciudad cada vez sabe menos de la Naturaleza. Yo conozco a los vencejos desde que era niña, y sus gritos por encima de mi cabeza en la terraza de mi casa siempre me han causado gran alegría. Son los heraldos del verano, los que anuncian sin error que el frío ha pasado. Los vencejos (apus apus)son de la misma familia que las golondrinas, pero un poco más robustos y son negros, no como sus parientas, que tienen la tripa blanca. Aquí en Mallorca golondrinas no he visto nunca, pero vencejos los hay a millares. Estas aves pasan el invierno en Africa del Sur, y cuando llega este tiempo suben hasta el Mediterráneo, Europa y Asia. Luego, cuando el calor arrecia, en julio, se van aún más al norte, hasta Escandinavia. En otoño vuelven a sus cuarteles sudafricanos. Se recorren todo el globo terráqueo dos veces al año. Estas aves tan simpáticas cuando vuelan dan unos pequeños gritos,y nunca se posan, cuando viene la noche suben a gran altura y duermen volando. Tienen una particularidad: Si caen al suelo no pueden hacer el esfuerzo de levantar el vuelo; yo me he encontrado varias veces vencejos en el suelo,y no es que estén heridos o enfermos, es que los pobres necesitan de un sitio elevado para lanzarse como desde un trampolín y seguir volando. O sea, que si os encontráis con una avecilla de estas en el suelo, cogedla, que no pican, mirad si está herida, y si no, llevadla a un sitio alto, por ejemplo, una terraza o balcón y ella entonces ya se lanzará a volar como si se zambullese en una piscina.En el suelo acaban chafadas por los coches o la gente. Desde niña siempre me ha alegrado ver llegar a los vencejos. Para mí significan el comienzo de la etapa del año que prefiero.Aquí en Mallorca los veranos son largos y calurosos, y me agrada.
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