El dichoso mal de ojo

¡Parece mentira lo que interesa este tema!. Hace años, antes de que me independizara como bloguera y tuviera un blog en el diario "Qué", se me ocurrió poner un post sobre el mal de ojo, contando varias experiencias curiosas e inexplicables de las que había sido testigo. Pues bien; ayer aún me llegó otro comentario sobre este post que pulula por el ciberespacio, no sé donde ni cómo, pero pulula, y la gente lo lee, y me escriben con preguntas y comentarios y todos parece que están como ligeramente acongojados por el tema. Yo les diría, por favor, que no piensen tanto en estas cosas, que no es bueno, ni tampoco intentar nada contra nadie, como me dice un chico que va a hacer después de leer el dichoso post. Es una cosa que hay que tomarla como entretenimiento Y NO EN SERIO y abstenerse de hacer burradas. Pero como sé que el asunto tiene su morbo, podéis hacer los que queráis un sencillo experimento para saber si estáis aojados o no. Se trata de tener un vaso con agua limpia, meter un dedo en aceite, que no chorree, y dejar caer tres gotas sobre la superficio del agua. Si las gotas quedan separadas, formando tres circulitos, no pasa nada; pero si se juntan y se expanden, los profesionales en estas puñeterías dicen que sí, que se está aojada. Yo lo hice y me salió que lo estaba, pero aquí estoy tan campante y las cosas me van bien (toco madera). O sea, que si pensáis que vais a impresionaros no lo hagáis, porque esto son tonterías. Además, el "buen" o "mal" ojo se lo busca uno mismo. Lo importante es ser buena persona y no hacer mal a nadie. Es el mejor escudo. Así, si alguien os quiere mal, todo lo malo que os desea se volverá contra esa persona. Y esto no es magia, ni brujería. Es una ley natural.
Así, que nada de tonterías, ¿eh?. Si queréis escribirme, hacedlo. Yo, desde mis pocos conocimientos, contestaré. Pero no me gusta la idea de que esta tontada haga sufrir a alguien.Y menos por algo que puse hace varios años.